Uruguay: un sindicalismo paralelo de secta

La Clase, Uruguay

La conformación de una “nueva central sindical” con apenas once sindicatos y algunos cientos de miembros grafica la desorientación política completa en la que se encuentra la dirección del 26 de Marzo-Asamblea Popular. Se trata de una tentativa sectaria y ultimatista de crear pequeños sindicatos “revolucionarios” y, en los hechos, la renuncia a dar la batalla contra la burocracia del PIT-CNT, orientada a una completa colaboración de clases.

 

 

La crisis capitalista comienza a agudizar la lucha de las bases en los sindicatos del PIT-CNT y se agudiza la crisis de regimentación, como ocurrió con la huelga de los docentes o los funcionarios de la salud pública, cuya base rechazó los acuerdos de la burocracia con Tabaré Vázquez. En estas condiciones, el 26 de Marzo-Asamblea Popular les da la espalda a miles de trabajadores que buscan una salida a la bancarrota de las viejas direcciones sindicales y mete una cuña divisionista en el campo de los activistas y agrupaciones combativas.

 

 

Esta (des)orientación está relacionada a su total incapacidad para comprender el lugar de los sindicatos frente a una crisis mundial que sacude todas las conquistas del movimiento obrero. La creación de la “nueva central” es en realidad una adaptación a la burocracia sindical y a los elementos conservadores de la clase obrera, en la medida que presupone a los sindicatos del PIT-CNT como sujetos pasivos a las convulsiones económicas y políticas que sacuden (y sacudirán) el continente y nuestro país. La emergencia de grandes luchas obreras comienza a quebrar la parálisis. Una cosa es desarrollar las formas más masivas y profundas de movilización y organización de los trabajadores en el curso de las luchas, que rompen la esclerosis sindicalista, otra cosa es dividir a la clase obrera mediante un paralelismo sindical de características escuálidas.

 

 

Se trata de desarrollar la lucha por nuevas direcciones combativas e independientes del Estado, mediante el esfuerzo por conquistar a mayores contingentes de trabajadores para una lucha de clases independiente.