Uruguay: VIº Congreso del PIT-CNT

El próximo 27 de junio sesionará nuevamente el VIº Congreso de la central obrera (PIT-CNT) de Uruguay.


En noviembre de 1996, había estallado una crisis en el Congreso, luego de que el ala derecha de la burocracia sindical fracasara en el intento de imponer una reforma de Estatutos que le daba la mayoría del aparato de la central obrera. Ante esto, la dirección del sindicato bancario (AEBU) y otros sectores de la derecha sindical resolvieron poner en marcha un mecanismo electoral previsto en los Estatutos vigentes, que nunca había sido utilizado, para designar a la Mesa Representativa por listas y por voto secreto en el seno del Congreso, con representación proporcional para cada lista. Pero el partido comunista logró postergar la elección de la Representativa para la próxima sesión del Congreso.


La elección por listas amenaza dividir a la fracción sindical del PC, ya que varios de sus dirigentes (en particular en los gremios de la electricidad y el transporte) apoyan los planteos de la derecha.


El fracaso de las negociaciones, entretanto, plantea que el Congreso se reúna de nuevo sin acuerdo sobre Estatutos.


El Sindicato de Artes Gráficas publicó un documento que reclama que el Congreso no aborde la reforma de Estatutos y sí la discusión de un Plan de Lucha para conquistar las reivindicaciones votadas en el VIº Congreso (contra la flexibilidad laboral, reducción de la jornada laboral sin pérdida salarial, salario mínimo que cubra la canasta familiar, etc.). La Salud Pública se encuentra nuevamente en una huelga general con ocupación de algunos hospitales, por aumento del salario y contra la ‘reforma’ del Estado. En el interior del país se producen manifestaciones de masas convocadas fundamentalmente por la pequeña burguesía comercial e industrial. Más allá del carácter de los reclamos levantados (fundamentalmente, subsidios para la industria y el comercio), estos ‘paros cívicos’ han puesto en movimiento a los trabajadores ‘tercerizados’ y a los desocupados.


A continuación, publicamos un resumen del documento del SAG.


Congreso de los Trabajadores para luchar


“(…) las recetas que los gobiernos de los banqueros y grandes capitalistas están aplicando en todo el mundo, como supuesta salida para la crisis económica, están demostrando su fracaso.


“Las privatizaciones de empresas estatales, las reformas de la seguridad social, las reformas educativas, las leyes de flexibilidad laboral, la reforma del Estado… (han) resultado en un aumento brutal de la desocupación y la miseria social.


“En todo el mundo están a la orden del día los levantamientos populares, las ‘puebladas’, cortes de rutas y ‘fogones’…


“La ola de huelgas en el principal imperio (EE.UU.), los camioneros franceses derrotando en la calle al gobierno, las marchas de los ‘sin tierra’ en Brasil, son claros ejemplos. Nos hallamos en un periodo de agotamiento de los regímenes capitalistas en sus diversas variantes y hay un ascenso en el nivel de lucha y organización de los trabajadores en particular y de los explotados y oprimidos en general”.


“Uruguay no es la excepción …”


“Nuestro país está inscripto en esta misma situación internacional. (…) La maravillosa movilización estudiantil el pasado año, con la ocupación de decenas de liceos y UTUs en todo el país, fue una primera demostración de que Uruguay también entraba en la etapa de ascenso en la lucha de clases. La ocupación de hospitales y la huelga general de Salud Pública, fue otra expresión de la misma tendencia, contradiciendo las lamentaciones frecuentes de muchos sectores sindicales que afirman que hay que adaptarse a la pérdida de salario y de los beneficios conquistados.


“Más recientemente la ocupación del Hospital Italiano mostró cómo luchar y resistir las ‘tercerizaciones’ y la desregulación laboral.


“La política que adopten los sindicatos y el PIT-CNT será fundamental para actuar como organizadores o como un freno de esta lucha. Es en función de esta cuestión fundamental que debe debatirse y no en torno a cuestiones estatutarias o formales(…).


“Reforma de Estatutos … ¿para qué?”


“Están muy claros al menos dos objetivos de la reforma de Estatutos que promueven distintas tendencias sindicales. En primer lugar, se pretende fortalecer el peso de determinadas corrientes políticas a través de ponderar el voto de los sindicatos en la Mesa Representativa de acuerdo al número de afiliados, sin tener en cuenta que esto no es equitativo frente a sindicatos que no tienen descuento por planilla, donde existe una tremenda represión anti-sindical, campean las ‘tercerizaciones’ y la súper-explotación… En segundo lugar, se pretende crear una dirección sindical profesionalizada y permanente, que no esté sujeta a los cambios en las direcciones de los sindicatos.


“Ambos objetivos están al servicio de una política de conciliación con el gobierno y los partidos patronales, y por otro lado de total subordinación a políticas que realizando una seudo-oposición al actual sistema, van de su mano en los aspectos principales del mismo. Como se vio lamentablemente en el acto del 1º de Mayo, cuando se invitó a las principales figuras de ambos bloques (Volonté, Michelini, Vázquez).


“El borrador elaborado por la ‘Comisión D’Elia’ establece una Mesa Representativa Nacional, integrada por todos los sindicatos y con representación proporcional de acuerdo al número de afiliados cotizantes de cada sindicato. Este organismo no equivale a la actual Mesa Representativa, ya que se establece además una Mesa Ejecutiva Nacional que se reunirá cada 15 días, cuya integración será fijada por el Congreso no en función de sindicatos, sino por ser “figuras representativas”.


“Además, como órgano para la labor diaria se crea un Secretariado Coordinador de cinco miembros.


“En resumen: se crea un cuadro de mayor ‘estabilidad’ para los dirigentes, lo que quiere decir de menor dependencia respecto a sus bases organizadas, y se le da un mayor peso a determinadas corrientes que hoy defienden una línea de acuerdos y ‘pacto social’, y no de movilización y combate.


“Para nosotros éste no es un tema de discusión formal, leguleya, sino que está subordinado a la orientación que se le quiere imponer a la Convención sindical. Aquí no se discute si es mejor o peor organizarse de tal o cual manera, sino que se le pretende dar mayor estabilidad a determinada política que rechazamos, porque conduce al aislamiento de las luchas, a la subordinación de los sindicatos a los intereses y políticas patronales, y a la derrota de los trabajadores.


“No le vamos a hacer el juego a esta operación política, poniéndonos a debatir sobre Estatutos, modificaciones al Artículo 64 o cualquier otro planteo que no vaya al centro de las necesidades del movimiento obrero (…).


“El programa del VIº Congreso”


“El VIº Congreso del PIT-CNT comenzó a establecer un programa que puede unificar a los trabajadores y motorizar una movilización popular que derrote la política del gobierno.


“Allí se votó el rechazo a la ‘flexibilidad laboral’, a los convenios por productividad, a las ‘tercerizaciones’. Se votó un claro programa para enfrentar la desocupación: la reducción de la jornada laboral sin pérdida salarial, para que la crisis la paguen los responsables y no los trabajadores. Se votó la necesidad de reclamar un salario mínimo vital, que cubra la canasta familiar, para asegurar la sobrevivencia de las familias obreras. Se rechazó la pretensión de liquidar los convenios colectivos, y se planteó la necesidad de luchar por ajustes bimensuales de salarios de acuerdo al costo de la vida. Se repudió la reforma educativa de Rama y el BID, reclamando la verdadera autonomía de la enseñanza, es decir, que el destino de la educación pública sea determinado por sus protagonistas: docentes, trabajadores y estudiantes.


“En los siete meses que han transcurrido desde el VIº Congreso, la actual mayoría que conduce la Convención no ha implementado una movilización por estos postulados. Al contrario, este programa ha sufrido el ataque constante de sectores políticos y periodísticos, quienes lo catalogan de ‘utópico’.


“De acuerdo a estas posiciones, que tienen eco en la cúpula de nuestra Convención, lo ‘realista’ sería adaptarse al curso reaccionario y antipopular del régimen de explotación, que impone cada vez más la pauperización de las grandes mayorías.


“Creemos que hay que defender y profundizar el programa del VIº Congreso, y aprobar un Plan de Lucha para conquistarlo. Plan de Lucha que nada tiene que ver con el Plan de emergencia presentado al Congreso y aprobado al finalizar el mismo con un quórum dudoso y mal discutido, y que subordina todos los reclamos e intereses de los trabajadores a una salida para la patronal ‘productiva’, a través de exoneraciones y subsidios a costa de una mayor explotación. Al servicio de un Programa obrero y un Plan de Lucha debe estar la política orientada desde la Convención, que debe facilitar el control de las bases sobre los dirigentes, en primer lugar a través de un Congreso de delegados de base, electos y mandatados en asambleas en los lugares de trabajo. Este es el mejor camino, además, para acabar con las disquisiciones entre aparatos por el control en el PIT-CNT, y abrir paso a una lucha de todos los explotados contra el gobierno hambreador (…)”.