Verizon: gran victoria obrera en Estados Unidos

Después de 18 días de huelga, los trabajadores telefónicos del pulpo norteamericano Verizon obtuvieron una singular victoria. En la lucha por la renovación de su convenio colectivo, lograron imponerle a la patronal *la mayor empresa de telecomunicaciones de los Estados Unidos, fruto de la fusión de dos gigantes, la Bell Atlantic y la GTE* la mayoría de sus reivindicaciones fundamentales: aumento salarial, reducción del número de horas extras obligatorias y mejoras en los planes de salud y jubilación.


Pero lo que convierte a esta huelga en "la mayor y más amplia victoria para el (sindicato) CWA (Trabajadores de la Comunicación de los Estados Unidos), (llamada a tener) el mayor impacto de largo plazo sobre la industria de las telecomunicaciones" (Financial Times, 22/8) son las conquistas que se han obtenido en el campo de la organización sindical. El CWA ha conquistado el derecho a representar sindicalmente a una planta o locación de Verizon cuando más del 50% de sus trabajadores firmen una tarjeta de adhesión al sindicato. Supera con esto la traba habitual que significan los sinuosos trámites que establece la ley y que permite a las patronales demorar por años la realización de las elecciones en las que los trabajadores pueden votar si desean o no ser representados por un sindicato. Anualmente, las patronales despiden a unos 10.000 activistas y organizadores que militan por la realización de estas elecciones en sus empresas. Con la victoria en la mano, la CWA se apresta a lanzar una agresiva campaña de afiliación entre los trabajadores de las divisiones de telefonía celular y de Internet de Verizon, donde la afiliación es insignificante (a diferencia de las divisiones de telefonía tradicional, donde la afiliación supera el 80%).


Esta victoria pone de relieve un proceso sindical significativo. Mientras que en los últimos años los efectivos sindicales han caído del 15,5 al 14% de los trabajadores (básicamente como consecuencia de las tercerizaciones), la afiliación del CWA ha crecido en un 20%, particularmente entre los trabajadores de los sectores de alta tecnología (la llamada ‘nueva economía’). El CWA ha logrado organizar a secciones enteras de trabajadores de la SBC (otro gran pulpo telefónico), de la Disney, de Amazon.com, de la Dow Jones (la empresa que calcula el índice bursátil de Wall Street), pero "su victoria más resonante fue en Microsoft", el mayor monopolio mundial de programas de computación y símbolo de la ‘nueva economía’.


Las empresas tecnológicas acostumbran pagar salarios muy bajos por jornadas extensísimas de trabajo, pero ‘recompensan’ a sus empleados con la venta financiada y a precio ventajoso de sus propias acciones, cuya constante valorización prometía convertirlos en millonarios en pocos años. Pero las ‘acciones tecnológicas’ se han desplomado. Lo que ha sucedido es todo lo contrario: la caída de la especulación tecnológica ha llevado a que hoy muchas de esas acciones se coticen a un valor inferior al que fueron vendidas a sus empleados.


La crisis ha restaurado la realidad, que es la de la lucha de clases y la oposición irreductible entre explotadores y explotados... también en la ‘nueva economía’.