¡Viva la lucha de los estudiantes universitarios norteamericanos en apoyo a Palestina!

A pesar de las suspensiones y casi mil arrestos, siguen los acampes y las tomas.

El acampe en la Universidad de Columbia

Tras un ultimátum para que desalojaran el campamento montado en la casa de estudios, las autoridades de la Universidad de Columbia, en Nueva York, empezaron a imponer suspensiones contra los alumnos que participan de esa medida de lucha en solidaridad con Palestina y en reclamo de que la Universidad corte sus vínculos financieros con el Estado de Israel, que ya masacró a más de 34 mil personas en la Franja de Gaza y provocó el desplazamiento de dos millones de personas. Pero, según el corresponsal del diario La Nación de Argentina, “lejos del efecto buscado, a la hora del deadline, decenas de manifestantes seguían en el campamento mientras que otros cientos formaban un piquete alrededor de los jardines en un cordón humano cantando: ‘¡Palestina libre, libre!’”. (30/4). Y varios profesores se unieron a la protesta.

Horas más tarde, en la madrugada del martes, los manifestantes ocupaban el edificio Hamilton de la casa de estudios, lo rebautizaban con el nombre de uno de los bebés asesinados por la ofensiva israelí en Gaza (Hind Rajab), erigían barricadas e izaban una bandera palestina. Se trata de uno de los edificios que fueron tomados en 1968 contra la guerra de Vietnam. Cada vez es más recurrente la analogía entre la actual ola de campamentos y aquella gesta histórica.

La Universidad de Columbia es el epicentro de una rebelión que recorre los campus norteamericanos. “La lucha estaba en el ADN de la Universidad y ha revivido ahora, con esta guerra”, le indicó B., quien protege su nombre completo debido a las represalias de las autoridades, al diario El País de Madrid (28/4).

A pesar de las amenazas, las difamaciones (hay una artera campaña mediática y política que etiqueta a los manifestantes como “antisemitas”), las suspensiones y los casi mil arrestos provocados por el gobierno de Joe Biden y las autoridades universitarias, por cada campamento desalojado florece uno nuevo en alguna otra parte de los Estados Unidos. Yale, Indiana, California del Sur (que suspendió la ceremonia de graduación), Texas y Utah, son solo algunas de las universidades donde se erigieron acampes.

La ola tiene una repercusión internacional. Siguiendo los llamados de Estados Unidos, estudiantes de la Universidad de Ciencias Políticas y de La Sorbona en París pusieron en pie acampes análogos, que fueron inmediatamente desalojados por la policía, en el último caso por orden expresa del primer ministro, Gabriel Attal. “Israel asesino, La Sorbona, cómplice”, era uno de los cánticos de los manifestantes. Mientras tanto, en Berlín, el viernes 26, el gobierno desalojó la sentada que hacían desde el día 8 decenas de estudiantes, frente al parlamento, para reclamar el fin de las exportaciones de armas de Alemania a Israel. Las democracias capitalistas coartan el derecho a la protesta de la juventud en función de sus alianzas con el Estado sionista, cuya ofensiva en Gaza barre con todo e impuso un bloqueo atroz que priva a la región de alimentos, agua, combustibles y medicinas.

El repudio al operativo genocida contra el pueblo palestino, que amenaza con dar un salto dramático en caso de una invasión terrestre sobre Rafah, en la frontera con Egipto, estará presente en las concentraciones y marchas de este 1° de mayo en todo el mundo.

Viva la lucha de las universidades norteamericanas. Abajo el genocidio contra el pueblo palestino.