Internacionales
23/9/1998|601
Votamos por Causa Operaria y el Pstu
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De acuerdo con las encuestas, a medida que se enreda en la explosiva crisis económica, Cardoso sube todavía más en las intenciones de voto. Estamos en presencia del voto chantaje, que amenaza al electorado, en el caso de una derrota de Cardoso, con un boicot inmediato, tanto del capital internacional que controla la deuda externa como de la burguesía brasileña que tiene la parte del león de la fantástica deuda interna. Entre las dos, suman, probablemente, unos 700.000 millones de dólares. De este modo, la democracia electoralista funciona como el segundo cerrojo que asegura el empobrecimiento del pueblo brasileño.
Una responsabilidad enorme, si no la principal, en el éxito de este chantaje, la tiene el PT que dirige Lula. La razón es muy clara. El PT y Lula han cortejado a los grandes pulpos y han rivalizado con Cardoso en asignarles una importancia estratégica en su programa. Han contribuido a que una gran parte del electorado vea a la especulación capitalista como un auxiliar de la llamada estabilidad del país y no como el principal, cuando no el único, factor de crisis, derrumbe y caos. Pero como Lula ha fracasado en seducir a este gran capital, es poco menos que normal que los electores reelijan a Cardoso para seguir adelante con la entrega. En ningún momento de la campaña electoral, el PT o Lula denunciaron la responsabilidad del capitalismo en el derrumbe económico, mucho menos han llamado a combatirlo. No solamente agotaron, de este modo, cualquier posibilidad electoral, tampoco han preparado a las masas para el estallido de una crisis que no demorará mucho tiempo y que les sacará la careta a todos los estabilizadores. Dada la voracidad que la banca norteamericana ya ha empezado a manifestar ante el derrumbe brasileño, han comenzado a aparecer, incluso entre la burguesía, quienes plantean resistir al acoso norteamericano. El PT se encuentra detrás de la situación y a la derecha, políticamente, de cualquier elemento vivo de la nación.
No faltan incluso los elementos de descomposición en la campaña petista, algo que debería sorprender ante el gigantesco colapso económico que acosa al oficialismo. El candidato del Frente que encabezan Lula y Brizola, a la gobernación por Río de Janeiro, un brizolista, ya anunció que, en caso de triunfar, pretende gobernar sin asumir ninguna responsabilidad ante su propio partido. Sin embargo, para imponer a este carrerista como candidato, Brizola amenazó romper el frente con Lula y Lula intervino la regional carioca del PT para impedir que ésta llevara un candidato propio a la gobernación. Luego de haber quebrado la democracia del PT, no solamente Lula sino también su aliado Brizola se han quedado en Río con una mano adelante y otra atrás.
Lo mismo ha hecho el candidato brizolista por Sao Paulo, que en este estado compite contra la candidata del PT. Ante la noticia de la deserción de su hombre, un derechista de la iglesia evangélica, Brizola se consoló con el argumento de que, de todos modos, él no tenía nada para candidatear en este estado. Como se puede ver, el frente popular del PT con los partidos de la burguesía es un espanto electoral y un cadáver político aún antes de haber nacido. Por último, aunque la historia podría contarse hasta el infinito, el candidato por el Frente Popular en Brasilia, un petista, ya anunció que prefiere a Cardoso de presidente. Semejante descomposición alcanza y sobra para explicar por qué los opositores se encuentran aun más desmoralizados que los oficialistas y que incluso despierten menos confianza entre el electorado. Lo cual es toda una hazaña.
A Causa Operaria y al PSTU
En estas condiciones, la existencia de candidaturas revolucionarias en algunas circunscripciones y distritos adquiere todo su valor para ofrecer una perspectiva al activismo combativo e incluso a sectores de las masas. Causa Operaria ha presentado numerosos candidatos sobre la base de una plataforma de acción revolucionaria que, en algunos lugares, ha suscitado un interés muy superior a la influencia que el partido tiene adquirida hasta este momento. Es un deber de cualquier revolucionario votar por Causa Operaria en esos distritos.
La presentación electoral de CO, en una elección que se encuentra polarizada entre el frente obrero-patronal que encabeza Lula y el candidato del gobierno, el actual presidente Cardoso, destaca la conciencia de la vanguardia del país acerca de la importancia de hacer pública una oposición al frente obrero-patronal, incluso en el terreno electoral. Los votos que se saquen a los candidatos del frente Lula-Brizola reforzarán la preparación política de las masas de cara a los grandes acontecimientos que se avecinan.
Es con este criterio de método que llamamos a votar al PSTU allí donde no concurran candidatos de CO y, concretamente, para el caso de la presidencia de la República. El PSTU integró el frente obrero-patronal en las dos elecciones pasadas, cuando las figuras y partidos patronales eran en parte diferentes a los del frente actual, pero se ha negado a hacerlo en esta oportunidad, criticando la presencia de Brizola en el actual frente obrero-patronal que encabeza Lula. Para el PSTU, el actual frente con Brizola sí es un frente de colaboración de clases, no los del pasado. Sin embargo, notorios representantes del capitalismo, como el gobernador de Pernambuco, Arraes, ya integraba en el pasado el frente popular. El propio PSTU había anunciado en aquel entonces que, en caso de que el frente ganara las elecciones, no ingresaría al gobierno porque éste sería un gobierno patronal con líderes obreros. De modo que el cambio de posición del PSTU no es principista sino circunstancial, lo que siempre es un descomunal peligro para el futuro. Pero precisamente porque es necesario apoyar toda expresión de ruptura con la burguesía, incluso el apoyo a una expresión que por ahora sólo es circunstancial, sirve para subrayar una estrategia política de independencia clasista, de la cual depende el futuro de las masas brasileñas.
En las dos elecciones anteriores, sostuvimos la necesidad de votar exclusivamente a los candidatos obreros y campesinos luchadores que se presentaban en el frente popular encabezado por Lula, y votar en blanco allí donde esta posibilidad no se presentaba. Ahora, con la presencia electoral del PSTU y de Causa Operaria, profundizamos esta orientación, llamando a votar por CO y, allí donde éste no se presente, por el PSTU, pero también hacerlo por todos los candidatos combativos, es decir que respondan a una organización de lucha de las bases, del frente lulista, con la consigna de romper con los partidos patronales, forjar una alianza con la CUT y el MST, y luchar por un gobierno de los obreros y de los campesinos sin tierra.