Yanquis “puritanos” sustituyen a italianos “corruptos”

El escándalo de la “corrupción” italiana ya ha rendido un servicio a los capitales yanquis, permitiéndoles copar el negocio del gasoducto argentino-chileno, cuya construcción por el lado chileno, estaba en manos de las empresas italianas Snam e Italgas, pertenecientes al ENI, cuna de la mafia mediterránea. El gerente de Chilgener, la empresa asociada a las italianas, “confirmó la salida de las mencionadas Snam e Italgas y la española Gas Natural y Enagas del proyecto”, debido a que “los escándalos de corrupción en Italia se extendieron a las empresas Snam e Italgas, que participaban como socias de los chilenos” (Ambito, 30/3/93).


Lo jugoso es lo que sigue, porque “el Chase Manhattan Bank entregó un preinforme sobre las alternativas de financiamiento” (ídem), al anularse los préstamos italianos. El representante de Chilgener aseguró que los reemplazantes de los italianos serán firmas europeas, japonesas y norteamericanas.


La rapidez con que fueron desplazadas Snam e Italgas y con que el Chase consiguió los reemplazantes revelan que el imperialismo yanqui hace tiempo que está detrás de la veta abierta por la “tangente”.