Internacionales
20/5/1994|419
Zimbawe: Diez años de “democracia multirracial”
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El traspaso negociado de un régimen racista blanco a otro de mayoría negra ya registra una experiencia histórica en el continente africano: en 1980, el gobierno de la antigua Rhodesia británica —llamada así en honor de sir Cecil Rhodes, el prototipo de los colonialistas ingleses— fue transferido a la mayoría negra y no sólo cambió la bandera sino incluso el nombre del país, Zimbabwe; en Rhodesia residía —y reside— la mayor comunidad blanca africana, exceptuada la de la propia Sudáfrica.
Le Monde (3/5), traza un balance de tos diez años de gobierno negro: “Los blancos sudafricanos inquietos por el porvenir ahora que llega al fin su supremacía—dice Le Monde— pueden encontrar algún consuelo en el ejemplo de Zimbabwe. Allí, el advenimiento de la mayoría negra no ha impedido a la comunidad blanca preservar casi intactos todos sus privilegios... muchos viejos Rhodesianos se ríen hoy de sus temores pasados y de su pánico en el momento de la independencia”.
Cuando se declaró la independencia, 180.000 blancos huyeron hacia Sudáfrica, buscando en Pretoria un refugio contra “el anticristo”. Pero “los blancos —el 1% de la población— que permanecieron en Zimbabwe después de la independencia continúan dominando los principales sectores económicos, tabaco, minas, bancos, agricultura y viven en mansiones espaciosas con piscinas y canchas de tenis, rodeados de empleados domésticos... En sus clubes privados, en el seno de sus equipos de cricket o de polo, los blancos continúan rodeándose entre sí... gozando de una vida paradisíaca”.
“Víctor de Weaal, un eclesiástico inglés, especialista en Zimbabwe, destaca que, quizás, la política de reconciliación ‘ha marchado demasiado bien, en el sentido de que ha dejado mucho en pie de la antigua Rhodesia
Un investigador de ciencias políticas de Zimbabwe va más lejos al afirmar que “hoy existe una situación en la cual el antiguo colono blanco goza de garantías políticas y económicas que provocarían la envidia de los antiguos colonos”. El juicio es definitivo.
Estas “garantías políticas y económicas” que el gobierno negro de Zimbabwe dio a “sus” racistas son las mismas que Mandela se apresta a dar al gran capital afrikaner: “El presidente (de Zimbabwe) Mugabe ha llevado adelante una política de reconciliación... Como lo hace hoy Mandela en África del Sur, le pidió a los blancos que contribuyan a la construcción de una nación nueva y multirracial”.