Juventud

23/9/2015|1382

A 39 años de la Noche de los Lápices, contra el derrumbe educativo

Presidenta del Nacional Buenos Aires

Foto: Miles Harvey

 

El 16 de septiembre, los estudiantes secundarios de la CEB, la Fuba, los terciarios y los gremios docentes se movilizaron en el aniversario número 39 de la Noche de los Lápices, con los reclamos de nuestros compañeros desaparecidos, más vigentes que nunca.

 

La conquista del boleto estudiantil en la provincia de Buenos Aires, de la mano de los diputados del FIT y el movimiento secundario; las tomas porteñas en contra de la Nueva Escuela Secundaria de Bullrich y Sileoni, y el repudio generalizado que se dio en todo el país a la crisis edilicia de los colegios, marcaron la agenda de esta movilización. Acompañaron los gritos de justicia por los compañeros desaparecidos en la última dictadura y en democracia, y los 43 estudiantes de Ayotzinapa, a los cuales no vemos desde hace casi un año.

 

Venimos de grandes procesos de lucha, en Buenos Aires, Capital, Rosario y Córdoba, que han dejado en claro que la crisis educativa que se sufre con Macri en la Capital Federal o Scioli en la provincia no responde a intereses particulares de sus gobiernos. El recorte y la degradación de la educación pública es un objetivo principal de un sistema ensamblado para privar a las clases trabajadoras, y así a la humanidad, de sus propias capacidades cognitivas y productivas.

 

A lo largo y ancho del país, el derrumbe de este sistema educativo se vuelve inminente. Bien lo marcan los docentes que van al paro y salen a las calles a pelear por un salario digno ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ y un Convenio Colectivo de Trabajo, y los estudiantes que llevamos años luchando en contra de las reformas antieducativas, las crisis edilicias y por un boleto educativo.

 

En este contexto, es importante entender que prepararnos para enfrentar el ajuste a la educación pública que se viene en 2016 no supone sólo estar nucleados en los centros de estudiantes y las coordinadoras de manera independiente. Las elecciones de octubre son el momento de mandatar una impugnación a este sistema político y una oportunidad para que la voz de los estudiantes y docentes llegue al Congreso Nacional de la mano de los diputados del Frente de Izquierda.

 

Por reformas edilicias, un boleto educativo, salarios dignos para docentes y auxiliares, y contra cualquier reforma que pretenda destruir nuestra educación.