En un año, el frente Dale (Democraticemos Arquitectura con la Lucha Estudiantil) creció de 2.500 votos a 2.925 a centro, y a 2.831 a claustro. Obtuvimos ocho delegados a la Fulp (uno más que en 2012). Así, consolidando una distancia de 18 puntos frente a nuestra oposición, Franja Morada, mientras el kirchnerismo en sus dos variantes conquistó en total 217 votos y los "usurpadores" del Frente de Izquierda (el PTS) otros 158.

Le ganamos al aparato con un frente de lucha real, una estrategia y un método: la impugnación sistemática de la orientación privatista de las autoridades de la FAU.

Como lo anticipamos en Prensa Obrera Nº 1.290, la pelea política que tuvimos por delante fue muy dura: "las autoridades tienen un aparato institucional poderoso: el decano Azpiazu, vinculado con la construcción de edificios para la especulación inmobiliaria y con la sobrefacturación de fondos en los edificios para la UNLP, cuenta con el aparato del Rectorado. Esta camarilla intenta desplazar a la izquierda por intermedio de su agrupación, Franja Morada. Para eso, destinaron recursos ilimitados para intentar montar un virtual centro paralelo, gestionando cursos con empresas, con estudios de arquitectura, con librerías, viajes y rentas para la juventud del radicalismo". Esta situación quedó en evidencia con lo costoso de su propaganda, la invasión de militantes de todo el país y la presencia de la secretaria de "bienestar estudiantil" (sic) del rectorado dirigiendo a la tropa. Una gran mayoría de los estudiantes fueron conscientes de nuestro planteo político y de lo que se puso en juego: un centro independiente políticamente de las autoridades y de lucha para avanzar en la defensa de nuestra carrera y nuestras reivindicaciones o un centro de las autoridades.