Juventud

7/6/2007|995

Avanza la rebelión de los secundarios

Vamos por la democratización de los colegios

del Normal 1 - Marcos, del Urquiza

La rebelión de los secundarios de la Capital cobra un carácter cada vez más masivo y profundo. Con tomas de colegios unificadas y cortes de calle simultáneos, organizados por la CES, los estudiantes profundizan su movilización para conseguir sus reivindicaciones: ¡calefacción y mejoras edilicias YA!; basta de persecución a los estudiantes en lucha, por la democratización de los colegios; apoyemos la lucha de los preuniversitarios.


Las respuestas del gobierno no satisfacen a los estudiantes, dado que no solucionan efectivamente el problema del frío y de la inseguridad permanente que se vive en los potenciales “Cromañón” donde estudiamos todos los días. Las autoridades de los colegios tienen por objetivo “restaurar el orden” para que todo siga igual… de destruido.


Tanto es así, que la directora del Normal 1 contrató a siete agentes de una empresa de seguridad privada para amedrentar a los estudiantes. Estudiantes de la Técnica 8 atraviesan una experiencia similar.


La persecución a los estudiantes forma parte de una política más general, como lo plantea la “nueva” Ley de Educación Nacional de Kirchner, Filmus y Yasky. El rol de los directivos, que permanentemente bloquean el desarrollo de la organización estudiantil, es clave para garantizar que esa política se profundice día a día.


En oposición a esto, surge la necesidad de reorientar socialmente la educación para ponerla al servicio de estudiantes y trabajadores. Es por esto que la lucha de los compañeros de los colegios preuniversitarios tiene que servir de ejemplo para el conjunto de los estudiantes secundarios, que tienen que empezar a debatir la necesidad de democratizar sus colegios, con Consejos Directivos integrados por estudiantes y trabajadores, que tomen las decisiones en las escuelas y las pongan al servicio de los trabajadores.


Desde el Partido Obrero llamamos al activismo secundario que ha surgido al calor de la rebelión de los secundarios a construir una organización revolucionaria y socialista que nos permita luchar por este objetivo.