El rector Crapiste se apresta a liquidar el patrimonio de la U.N. del Sur entregando un bloque de 14 Ha. de tierra a especuladores inmobiliarios, a precio de remate, en la zona más cara de Bahía Blanca.

Para ello cuenta con el apoyo de las listas oficialistas Blanca y Universidad, con la lista estudiantil adicta del MNR-FAP, y también con la complicidad de la mayor parte de la seudo-opositora Linea Phi. Todos ellos tienen en común la completa adaptación al ajuste educativo impuesto a las universidades por el gobierno nacional, que ha cortado miles de becas y viene de ratificar el tope del 24% en cuotas para los trabajadores no docentes, y un ruinoso 22% para los docentes, con una cuota adicional no acumulativa del 7% para ¡todo el primer semestre del año que viene!

La operación es en realidad un gran negociado: el precio de venta estimado es veinte millones de pesos, y los "inversores" lotearán las tierras y las revenderían por un precio tres veces mayor. El proyecto cuenta con el rechazo generalizado de los estudiantes y trabajadores de la UNS.

La UJS y la Agrupación Naranja de docentes han denunciado esta estafa, y se está conformando una coordinadora unitaria de todas las organizaciones y agrupaciones independientes del rectorado para reclamar a la Asamblea Universitaria a que convoque a un plebiscito institucional y se acate la voluntad popular de no vender las tierras. La salida al problema del desfinanciamiento educativo no es la liquidación del patrimonio de la UNS, sino la organización independiente de los estudiantes y trabajadores para luchar por un presupuesto educativo estatal genuino acorde con las necesidades de funcionamiento y de expansión de la universidad pública.

Para eso tenemos que apuntalar una alternativa política de izquierda, y que gobiernen los trabajadores.