Los becarios de investigación de la Universidad de Buenos Aires se encuentran en estado de movilización desde hace semanas. Lo que comenzó con un reclamo de recomposición salarial, dio paso a un cuestionamiento profundo de las condiciones en las que se investiga y se ejerce la docencia en la universidad más grande del país.

Efectivamente, los becarios UBA cobraban hasta julio 5.800 pesos mensuales por un trabajo que exige dedicación exclusiva y está 3.200 pesos por debajo de lo que cobran los becarios de otras instituciones como Conicet o ANPCYT por las mismas tareas. Ese fue el puntapié inicial para reclamar un cambio de fondo en las condiciones de trabajo, que son una constante en todo el sistema científico.

Los becarios de investigación no contamos con derechos laborales: aguinaldo, aportes jubilatorios, asignaciones familiares. En el caso de la UBA esto se agrava por la exigencia del Rectorado de que los becarios cumplan tareas docentes sin garantizarles un cargo rentado. En una universidad con miles de docentes trabajando gratis, el destino de la mayoría de los becarios es dar clase sin designación o como “ad honorem”, lo que implica más horas de trabajo por el mismo salario. A esto se suma que deben costear por su cuenta los cursos de formación obligatorios para el post-grado que dicta la propia universidad que los emplea.

A partir de sus reclamos, los becarios comenzaron a organizarse con AGD-UBA y Jóvenes Científicos Precarizados. Así fue como se realizaron asambleas con alrededor de 50 becarios, que definieron movilizarse al Consejo Superior. El Rectorado de la UBA nos recibió con un vallado policial y la negativa a ingresar a la sesión. Así gobiernan la UBA quienes ganan abultados sueldos y usan la universidad como su caja particular.

Sin embargo, ante la movilización de los becarios, la AGD-UBA y JCP tuvieron que dar marcha atrás y otorgar un aumento del 25 por ciento (5 puntos más que en 2013) y la exención de aranceles para los cursos y los post-grados dentro de la UBA. Ya el día anterior habían lanzado el anuncio con el objetivo de desmovilizar a los compañeros; aunque no lo lograron.

Lejos de aceptar estos primeros logros, los becarios en asamblea decidieron continuar con el plan de lucha para lograr el conjunto de sus reivindicaciones y en defensa de la investigación pública en la UBA. Con este objetivo se convocó a una conferencia de prensa miércoles 20, a las 12 horas, en la Facultad de Farmacia, para difundir en qué condiciones se investiga hoy en la Universidad de Buenos Aires.

La lucha que emprendieron los becarios de la UBA debe confluir con la que llevan adelante los docentes universitarios en defensa de la universidad pública y con el conjunto de los becarios que están lanzando en estas semanas la campaña por un Estatuto del Investigador en Formación que contempla derechos laborales para todos los que trabajamos en el sistema de investigación público.

Lucía Maffey