Juventud
6/12/2015
Consejo Superior de la UBA : La Franja Morada, el PRO y los K de Sociales se unen para desplazar a la Izquierda
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Consejero directivo estudiantil
Después de seis años, la izquierda fue desplazada de la mayoría estudiantil en el Consejo Superior. El cuadro resultante y su complejidad obedece a tendencias políticas de fondo.
Disgregación K y los Barañaos del rectorado contra la izquierda
El resultado final se da en buena medida fruto de la división de las fuerzas kirchneristas, de forma análoga a lo que sucede en el país: mientras unos dan quórum en el Congreso con el cristinismo, otros pegan el faltazo por sus avanzados compromisos con el macrismo. Los K contribuyeron a la victoria de la derecha en un doble sentido: aportando los votos de la UES a la lista del rectorado y restaron los votos del MLI a la lista de la izquierda. La lista ganadora que sumó 23 votos es un acuerdo entre Nuevo Espacio (UCR), el PRO, grupos ligados a distintas gestiones de Facultades y la UES, el grupo que encabeza el frente K del Centro de Sociales. El compromiso de las fuerzas patronales con el ajuste tiene también su expresión educativa, nada más alejado del revival reformista que el radicalismo universitario se atribuye. Consagraron una mayoría sumamente contradictoria, que se condice con el pacto de cogobierno de la UBA avalado por el gobierno todos estos años.
Este acuerdo aparece como una manifestación más de la colaboración en la transición política, en la que un gobierno saliente en disgregación aporta ministros al macrismo, desde la provincia de Buenos Aires hasta un área tan sensible y relacionada con la UBA como Ciencia y Tecnología.
El otro actor K que posibilitó la derrota fue el MLI, que rechazó la posibilidad de integrar la lista de la izquierda, con la que hubiésemos obtenido la mayoría. Este grupo independiente filo kirchnerista, dejó de lado su defensa previa de la FUBA por un pacto de cogobierno con los radicales en Ingeniería.
División de la izquierda y kirchnerismo residual contra la FUBA
En este cuadro, donde el rectorado consiguió orquestar una lista de mayoría, planteamos la necesidad de votar por dos listas de minoría de la izquierda y la FUBA. La Mella optó por un frente con La Cámpora y el MLI que obtuvo 13 votos y una de las minorías. Mientras en el pasado optaban por quedar pegados “a los troskos” en vez de a los agentes del gobierno, ahora avalan esta política de división de la izquierda y dan una puñalada por la espalda a la Federación y a su conducción. La Mella actuó nuevamente como una celestina frustrada de un frente de la izquierda con el kirchnerismo, algo que terminó en un frente con las gestiones de Sociales, Filosofía y Letras, Exactas y la venidera de Ingeniería.
La Cámpora demostró su condición de fuerza reaccionaria, porque si bien se apartó del pacto con el PRO, armó su lista con el único propósito de dividir a la FUBA e impedir una victoria de la izquierda sobre la derecha.
Nuestra política
Defendimos hasta último momento el planteo de una lista de quiénes habíamos participado el congreso de la FUBA, que hubiese agrupado a 26 consejeros y se hubiese alzado nuevamente con la mayoría. Siendo la corriente política con mayor número de consejeros en la Universidad, votamos una lista en acuerdo con el consejero del CR, que alcanzó 15 votos y una minoría. Defendimos un método independencia política para nuestros consejeros de cara a cómo enfrentar el ajuste del rectorado y del gobierno entrante y saliente. La pelea contra el macrismo y el ajuste que anuncia se da de bruces con las componendas con quienes hasta el día de hoy precarizan a los docentes y privatizan la UBA.
Queda planteada la necesidad de establecer un amplio debate sobre el rol de la Federación y el método para defenderla como herramienta de lucha independiente. La frustrada designación de Ávila en la Secretaría de Políticas Universitarias puso en alerta a los estudiantes y trabajadores de la UBA y es un preaviso de la continuidad de la pelea contra una orientación empresarial para la educación. Nuestra banca seráun ariete de lucha y organización contra la precariedad laboral imperante y el vaciamiento educativo.
YACOBITTI CONSEJERO
Una interesante nota de color de la elección de graduados en el Consejo Superior es que Emiliano
Yacobitti, secretario de Hacienda de la UBA señalado por manejos fraudulentos de fondos del
Hospital de Clínicas, fue electo consejero. Mientras la “opo republicana” de Cambiemos pedía una
licencia de Amado Boudou por el escándalo Cicone, Yacobitti no sólo no fue apartado sino que
ahora es “empoderado” con un nuevo cargo. Al igual que con Vanoli y Gils Carbó, la transición
cambió más de un libreto.