Juventud

1/10/2015|1383

Córdoba: emerge el movimiento secundario

A organizar una gran coordinadora de lucha e independiente del gobierno


Se ha cumplido un mes desde que comenzaran las tomas de los colegios secundarios en la provincia. La asfixia presupuestaria del gobierno provincial, que ajusta en educación y que deja una infraestructura decadente, generó el caldo de cultivo para que un gran movimiento estudiantil se ponga de pie. A las tomas se agregó la unidad de las escuelas en lucha y la movilización conjunta. Todas las tomas han logrado arrancar el compromiso del gobierno de satisfacer la totalidad de los reclamos que se han efectuado por escuela y han comenzado las obras, aunque con demoras.


 


Al gobierno se le agotan las armas frente al programa y la lucha de los secundarios. No puede hacer intervenir a la burocracia administrativa de supervisores y directores, cuestionados por docentes y alumnos por los tratos autoritarios y la desidia frente a las condiciones de infraestructura. La burocracia sindical, que viene de retroceder en las elecciones de UEPC, no abre la boca para atacar la lucha. La línea de movilizar a padres (punteros) para exigir que las tomas se levanten, ha sido firmemente repelida por los jóvenes activistas. Por eso, el ministro de Educación, Grahovac, se lanzó a maniobrar y extorsionar para dividir al movimiento, con reuniones separadas por cada colegio. En estos últimos días echó mano a la presencia de la policía en las escuelas, lo que seguramente será enfrentado con una mayor movilización.


 


El 16 de septiembre, en un nuevo aniversario de La Noche de los Lápices, una movilización de más de 2 mil compañeros marchó a la Casa de Gobierno para conmemorar la lucha del movimiento secundario de los '70 y continuar el plan de lucha del movimiento que ha emergido en Córdoba. La movilización fue boicoteada por la FES, un aparato financiado por el gobierno nacional que oficia de federación, que convocó su propia marcha, a la cual no asistieron más de 80 secundarios y cientos de punteros de La Cámpora y otras agrupaciones K, como La Bisagra de la universidad. En realidad, fue un acto de campaña de Scioli. El aparato de centros de estudiantes que armó el gobierno provincial hizo un acto sin trascendencia, donde el principal orador fue el propio Grahovac.


Las ocupaciones y la movilización general han puesto en el debate la cuestión de la organización de todo el movimiento secundario. Desconociendo a la FES kirchnerista y la “coordinadora” de Grahovac, el activismo que sostiene las tomas se ha dado la tarea de organizar una verdadera coordinadora de estudiantes secundarios que pueda no sólo unificar todos los centros de estudiantes que se encuentran lucha, sino que además se lance a organizar todas las escuelas de la provincia para darle una salida a las necesidades acuciantes que enfrentan. Se ha establecido un programa general para ir hacia esa tarea, que sostiene que es vital para el desarrollo del movimiento la independencia política del Estado capitalista y los partidos patronales.


 


La UJS, que viene luchando codo a codo con esta nueva y joven camada de activistas, pone todos los esfuerzos en esa perspectiva. Asimismo, plantea abiertamente la necesidad de que ese activismo se desarrolle hacia la militancia de izquierda, socialista, para fortalecer la lucha por un gobierno anticapitalista -que dé salida a la crisis en la educación; es decir, de los trabajadores.