El Frente de Graduados por la Democratización, integrado por el Partido Obrero y agrupaciones independientes, derrotó una vez más el intento del Rectorado de la UBA y las autoridades del colegio por hacerse con la representación del claustro de graduados en el Consejo Resolutivo. Superó con 364 votos a la lista conformada con tal fin por la Franja Morada y el pejotismo del rector Alberto Barbieri, que sacó 323. Lejos quedó la lista de La Cámpora con La Mella, con 119 votos.

 

El FGD ha funcionado como la expresión política de muchas generaciones que organizaron, siendo estudiantes, la lucha en el colegio en defensa de la educación pública, por los derechos de las mujeres y por la democratización de los órganos de cogobierno. Nuestros representantes han sido de esta manera una herramienta de apoyo para estudiantes y docentes en sus reclamos durante años –nada más lejano del tradicional rol que cumplen los consejeros de este claustro, como coto de las camarillas universitarias.

 

Por lo tanto, los resultados de la elección representan una derrota de la tentativa de Barbieri por quebrar este movimiento histórico de lucha del “Pelle”, en el marco de un intento de recolonizar la Fuba y los centros de estudiantes combativos arrancados a la Franja Morada a partir del 2001. La Franja colocó todos sus recursos políticos, económicos y de comunicación para ganar. Apostando a una intervención directa de las autoridades en la elección para favorecer a su lista, impusieron la fecha de la elección por decreto, convocaron a las promociones de la época dorada de los radicales a re-encuentros en el colegio los días de votación, realizaron empadronamientos “sábana” e incluso al bochorno de traer gente punterilmente a votar en taxi.

 

En este contexto la elección sufrió una fuerte polarización política que tuvo como consecuencia la implosión del espacio kirchnerista. La lista K se dividió y un sector importante correspondiente al pejotismo presentó lista con la Franja y el Rectorado, aportando como candidato al consejo al  primer presidente K que tuvo el centro de estudiantes del colegio. Por otro lado, un sector de graduados y docentes del colegio de Patria Grande sacó un comunicado público en apoyo al FGD y, en medio de esta crisis interna del espacio, se negó a votar a la lista testimonial de la Mella de la UBA con La Cámpora porque facilitaría un triunfo de la Franja.

 

A su vez, el FGD encabezado por el Partido Obrero logró reagrupar en torno al planteo de defensa del colegio del ajuste de Macri y el Rectorado a numerosas corrientes de izquierda de la UBA. El PTS estuvo ausente de esta batalla política. Sus graduados no participaron de la elección a pesar de estar empadronados.

 

El resultado de esta elección muestra las reservas de lucha existentes para defender una Fuba independiente y enfrentar las reformas educativas y el ajuste a las universidades que pretenden Macri y el Rectorado. Utilizaremos este mandato de independencia política para seguir apoyando las luchas de estudiantes y docentes.