Juventud

13/3/2014|1305

Edipo en Ezeiza

EXCLUSIVO DE INTERNET



“Edipo en Ezeiza” es la última pieza de Pompeyo Audivert, su autor y director(*). Esta obra podría considerarse como una profundización de los interrogantes que llevaron al director a realizar la obra/instalación teatral “Museo Ezeiza”. El autor toma los acontecimientos de Ezeiza, en 1973, como un eje fundamental para la historia reciente de nuestro país.

La obra narra la historia de una familia encerrada en una casa ubicada “entre Bahía Blanca y Mar del Plata”, un juego sobre la temporalidad que insinúa el limbo político-conceptual en el que se encuentran. Interrogatorios, secuestros, clandestinidad, tácticas de guerra y supervivencia son algunos de los elementos que atraviesan la pieza. A medida que avanza la trama, somos testigos de cómo este universo erosiona progresivamente a los personajes, descomponiendo sus roles, llevándolos al límite.

Lejos de ser una mitologización heroica de la “juventud maravillosa”, la obra confronta al espectador y a sí misma con la tragedia -en todo sentido- de Ezeiza. Es tragedia porque determina un curso fatal para sus protagonistas.

Corresponde señalar que Política Obrera advirtió, desde el Cordobazo, lo que representaba “la vuelta de Perón”, como un recurso último del imperialismo para aplastar el ascenso popular que había llegado a su apogeo en el Cordobazo.

La obra tiene la virtud de las piezas teatrales vivas: no se encierra en una respuesta, sino que busca que la experiencia, la historia misma, se pongan en tensión en la cabeza del espectador.

Como en “Edipo Rey” de Sófocles, una vez consumada la tragedia, estos tres personajes (padre madre/hermana e hijo) quieren ser arrasados al desierto del olvido. Prima la confusión, que no se sabe si es la de los que miramos la tragedia o la de los protagonistas.

En el desarrollo de la obra, se manifiesta una imagen, una sensación, cada vez con mayor fuerza: el “cadáver insepulto” del peronismo. “-¿Qué somos nosotros? -interroga uno de los personajes-. ¿Somos carnada para atrapar un bicho mayor?”. Uno podría aventurar una respuesta: el peronismo como “carnada” para el movimiento obrero.

“Edipo en Ezeiza” tiene una poética y una fuerza teatral. Finalizada la función, una reflexión se impone: asistimos a un momento histórico en donde están planteadas las bases, de nuevo, para superar el limbo del peronismo e impedir que esta tragedia se perpetúe en el tiempo. Es un proceso que no va a suceder como un devenir natural: tenemos que intervenir para que se produzca.

Julián R. (Frente de Artistas)



(*) Realiza funciones desde 2013 en El Camarín de las Musas (sábados, 23 horas, Mario Bravo 960, CABA).