Juventud

6/11/2013|1292

El ‘abogado’ de las autoridades de la UBA

Las camarillas de la UBA contrataron un defensor público.


El 25 de octubre, Feinmann convirtió una entrevista a tres dirigentes estudiantiles en un interrogatorio policial. El 'periodista' se volvió a nutrir del pescado podrido que le tiran los 'servicios'. Feinmann ya perdió un juicio con el Partido Obrero cuando, por orden de Aníbal Fernández, acusó al PO por la quema de trenes en el Sarmiento.


En esta nueva oportunidad, se refirió a "la caja de la Fuba", algo que simplemente no existe ya que la federación vende sus materiales al costo. La Fuba y los centros asumen una tarea que corresponde a las autoridades, que es garantizar los materiales de estudio. En lugar de esto, las camarillas habilitan la instalación, en las facultades y los CBC, de toda clase de kioscos y comercios privados. La Fuba, por el contrario, vende apuntes baratos y es la única que otorga becas del 50 y 100% en las sedes del CBC.


Nuestros compañeros, sin embargo, repelieron las infamias de Feinmann e impidieron que cambiara el eje de discusión, que es el nuevo intento de perpetuación de la camarilla profesoral. Al "periodista", entonces, no le quedó otra que escuchar impávido, nuestras denuncias contra la casta privilegiada que usufructúa el presupuesto público en beneficio propio y entrega la universidad a las grandes corporaciones económicas.


Derrotado, Feinmann tuvo que volver a su viejo libreto: "ustedes son vagos, estudiantes crónicos", pero no confesó cuánto cobra de los 'lobbys' para los cuales 'trabaja'. A Julián Asiner le faltan sólo siete materias para recibirse de sociólogo. Juan Winograd atravesó la mitad de su carrera, Matemática. La camarilla universitaria tiene un defensor de su medida.