La recta final de cara a la actividad del 10 de septiembre en la Facultad de Medicina-UBA tendrá lugar en un contexto político singular, con un gobierno nacionalista que terminó con la embajada estadounidense en la Casa Rosada, y una oficina del FMI diciéndole qué puede hacer y qué no. Discutir esta experiencia, al calor de los hechos ocurridos en los últimos días, es un punto crucial, en tanto implica una delimitación política insoslayable.

También nuestro congreso discutirá en un 2022 regado por luchas del movimiento piquetero, que obligan a que como juventud trabajemos con un posicionamiento claro: es con las luchas populares y no con el FMI. Discutir esta salida implica construir una juventud “piquetera y socialista”, en tanto perspectiva, pues requiere la superación de ese nacionalismo que hoy entrega el país al capital financiero. En eso están las claves del congreso.

Peronismo de Callao y Santa Fe

El pedido de condena del fiscal Luciani hacia la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner se da, curiosamente, en el momento en el que las “grietas” se estaban cerrando. El “massazo” dejó sin ninguna queja a la oposición en materia económica. ¿O acaso Macri, Larreta o Bullrich van a criticar el recorte de 210 mil millones de pesos, con 70 mil en Educación incluidos? En sintonía, el sector kirchnerista, que muchas veces quiso posar de crítico en la alianza gubernamental, cerró filas sin ningún escrúpulo. La frase de Andrés Larroque (“Después de tres años de gobierno tenemos ministro de Economía”) lo evidencia más que nunca. La necesidad de una “polarización” que ambos bloques buscan en Tribunales parten de una hoja de ruta común en la línea del ajuste.

El pedido de condena del fiscal Luciani a Cristina Fernández está lejos de alcanzar la trama de corrupción. El hecho de que el pedido de condena alcance solo a Cristina Fernández de Kirchner y funcionarios y empresarios de menor envergadura, dejando de lado a los sectores capitalistas más consolidados y al personal político del macrismo, deja ver el carácter parcial y manipulado del proceso judicial en curso. Esta caracterización no puede confundirse con un embellecimiento del proceso de cartelización de la obra pública del cual el kirchnerismo (que estuvo en la Rosada en 15 de los últimos 19 años) y todo el régimen político son cómplices.

Esta situación reflejó nuevamente un intento de polarización que tiene por finalidad acaparar el debate político de la última década: oposición y oficialismo buscan diferenciarse en una manipulación judicial que no logra reflejar el contenido corrupto del conjunto del régimen político y económico-empresarial de nuestro país (y en el que ambos sectores y sus funcionarios se encuentran plenamente involucrados).

Entre líneas, el tercer ministro de Economía -pero supuestamente el primero en tener el respaldo de la vicepresidenta- aplicó un recorte de 210 mil millones de pesos en gasto público: cambia el chef pero la receta sigue siendo la del Fondo Monetario. Mientras, los medios transmitieron el minuto a minuto del vallado, movilización y represión en Recoleta; los funcionarios del gobierno exclaman “17 de Octubre”, tratando de recuperar la mística de un gobierno hambreador.

El recorte no es solo de las últimas semanas, por eso requiere un balance político más amplio. Agrupaciones kirchneristas como La Cámpora y Patria Grande (La Mella) se jactaron durante mucho tiempo sobre la posibilidad de darle una perspectiva al “campo popular”, “desde adentro” del Estado. Ascenso social hubo solamente para ellos, que pusieron a sus cuadros políticos y juveniles a administrar una gestión ajustadora y fondomonetarista.

No solamente lo hicieron con el gobierno: hoy en día, mientras el pueblo pasa hambre, festejan en sus redes sociales la integración a las secretarías de las facultades y gestiones que no dan becas, que no solucionan los problemas edilicios de la educación superior, que ajustan el salario docente. El arribismo puede tener marketing, pero nunca será popular.

Patria Grande en especial ha exclamado, en el último tiempo, que van a discutir “romper el Frente de Todos”. Posiblemente, la peripecia quede en un interbloque, una confesión por demás recalcitrante: no solamente porque evidencia de la manera más cruenta el mantenimiento y la cooptación en los sillones del Estado, sino también porque pide migajas para el pueblo mientras acepta sin chistar la entrega del país, peso a peso, dólar a dólar, al capital financiero internacional y al imperialismo.

Si el “Estado está presente” es solamente para ajustar y reprimir, como hizo el gobierno de Kicillof y Larroque con las familias de Guernica, para beneficiar a los dueños de los countries de la provincia de Buenos Aires. De la “juventud maravillosa” a los defensores de corta edad del statu quo.

Con el pueblo que lucha y en defensa de la educación

Hay marchas masivas semanales del movimiento piquetero que los medios no embellecen, sino que criminalizan, donde la primera inquietud es dónde está el plato de comida. Para este sector, el gobierno busca aprobar recortes por medio de auditorías de las universidades. Es decir, las casas de estudio al servicio de efectuar el ajuste de Massa en la Argentina que puede llegar al 50% de pobreza. Además, planea sacar el Potenciar Trabajo a les jóvenes que cobren la Beca Progresar.

La situación es en sí misma una invitación: ¿hay que estar con el movimiento piquetero que lucha o con el FMI? La respuesta, a nuestro entender, es clara. Por eso, nuestro congreso discutirá cómo construir de Ushuaia a La Quiaca el apoyo de la juventud al movimiento piquetero, con asambleas, acciones de solidaridad y lucha de los centros de estudio a los barrios, difusión de las actividades en las facultades y los institutos. Esto es una discusión incluso en el seno de la izquierda: no es metiendo más diputados ni lanzando candidaturas que podemos ser una alternativa política en la Argentina. Es más con el corte de ruta que pensando en los votos y eso para nosotros es clave.

A su vez, esa misma lucha consideramos hay que llevarla al campo educativo, frente a la enorme cantidad de pibes y pibas que no pudieron volver a cursar en pandemia y luego de ella, por el salario docente (hoy un “ayudante de primera” de la UBA cobra 23.000 pesos) y contra las reformas que buscan cerrar o desguazar carreras enteras.

¡Vení al congreso!

El congreso se asentará en estos ejes. La extensión de su campaña, que ya tuvo agitaciones, cursos, charlas en todo el país y que tendrá varios plenarios provinciales ya este sábado, demuestra su importancia a nivel nacional. Además de la provincia y la Ciudad de Buenos Aires, la iniciativa viene con mucha fuerza en el interior de la provincia de Buenos Aires, en particular en San Nicolás (que prepara una enorme delegación en el marco de una campaña), Mar del Plata, Bahía Blanca y Coronel Pringles. También en Tierra del Fuego, Santa Cruz y Chubut, Río Negro, Mendoza-San Juan, Córdoba, Rosario, Catamarca, Salta, Tucumán, Jujuy. También prepara una importante movilización el NEA, en particular de Chaco, pero también en Formosa.

El congreso deliberará en comisiones: Situación Política y Debate de ideas, Territorial, Antirrepresiva, Movimiento de Mujeres, Diversidades, Educativa (Reformas), Conformación de Centros de Estudiantes, Ambiental, Comunicación y precarización laboral. Todas ellas tendrán lugar con un objetivo: por una juventud piquetera y socialista, en la medida en que solo con el pueblo que lucha y con la consistencia de que el sistema capitalista en tiempos de descomposición no ofrece más que malaria, hay salida.

A nadie le regalaron nada: solamente del lado correcto de la historia se consiguieron las grandes hazañas de nuestro pueblo. Todo nuestro congreso se armará en torno de esa convicción. No hay debate más apasionante.

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