El sábado 1º de diciembre se llevó a cabo el Congreso de la Federación Universitaria del Comahue. El mismo concentró al activismo de las agrupaciones.

El Congreso tuvo el sólo efecto de renovar autoridades. Las comisiones se pronunciaron por la perpetua a Pedraza y justicia por Mariano. Se puso de manifiesto el debate sobre la situación política abierta después del paro del 20. Se estableció un nuevo congreso extraordinario de FUC para comienzo del cuatrimeste 2013 y funcionó una novedosa comisión que trató los espacios estudiantiles.

El FEI (Frente de Estudiantes Independientes) que agrupa a Darío Santillán, autonomistas, La Brecha, La Grieta y otros se impuso ampliamente con 56 delegados. El PCR, luego de 3 años en la conducción, pagó caro la desmovilización que operó en temas muy sentidos como el boleto universitario y el polémico aumento de sueldo de las autoridades.

La izquierda, agrupada en La Izquierda al Frente -JUS, PTS, PO, MAS-, quedó en el segundo lugar con 19 delegados, conquistando la secretaría general de la federación. La UJS, en el frente que conquista la secretaria general, obtuvo una vocalía. La UJS-PO defendió un frente que incluyera a la izquierda, al FEI y PCR defendiendo un programa independiente del gobierno de cara a los desafíos que plantea la crisis nacional.

Planteamos que la gran batalla por delante es la recuperación de la Universidad para los estudiantes, la que se encuentra en medio de un ajuste brutal, de degradación de sus carreras y la matrícula más baja de los últimos tiempos. La Cepa (PCR) hizo la propuesta de un frente programático contra los K, ocultando un balance de sus tres años en la conducción.

El FEI repitió su histórico rechazo a dar un paso frentista con la izquierda, y menos ahora que los números le daban para ganar. Pero el FEI, que rechaza a la izquierda, no tuvo esa determinación a la hora de fijar posición ante los 35 mil pesos de autoaumento de los decanos. O ante el proceso de acreditaciones a Coneau en Informática y en Matemática. Los K, La Juaretche y Miles, que contaban con 15 delegados, no se presentaron al congreso, ni siquiera en las comisiones. La "juventud militante" se fue al mazo ante una irreversible tendencia de retroceso.