Juventud

7/11/2013|1292

Exactas-UBA: Un movimiento que supera todas las expectativas

Consejero estudiantil de Exactas

El lunes 21, el Centro de Estudiantes de Ciencias Exactas y Naturales -recientemente conquistado por la Izquierda al Frente- realizó una asamblea frente a la convocatoria para elegir decano el martes 22. La asamblea resolvió realizar una vigilia en la facultad y movilizarse a la elección para denunciar su carácter antidemocrático. El martes nos encontramos con una patota, que según identificaron medios de comunicación pertenece a la barra de Platense (los hermanos Licciardelo). La facultad denunció “gorilismo”, porque serían trabajadores no docentes, como si ambas cosas no fueran compatibles; las camarillas emplean en la UBA matones con el concurso de la burocracia. Tras golpear a dos compañeros, nos descargaron un matafuegos.


Alrededor de 50 estudiantes habíamos encabezado la movilización las 11 de la mañana. A las 13, luego de la agresión de la patota, ya éramos 100. Tras pasar por los cursos, la indignación circuló rápidamente y a las 17, más de 200 estudiantes estábamos reunidos en el playón central. La asamblea resuelve casi por unanimidad la toma del decanato de la facultad en repudio a lo sucedido y en reclamo de una democratización del cogobierno. Casi todas las intervenciones marcaron la necesidad de que haya clases para que todos los estudiantes puedan venir a la facultad y se enteren de lo sucedido.


El miércoles, la facultad amaneció conmocionada. Desde temprano, varias decenas de estudiantes paraban a la gente en la puerta y pasaban por las aulas. El decano, en un intento desesperado por cortar la gangrena, convoca a un “lock-out” y a través de la burocracia de Apuba obligó a los no-docentes a parar y cerrar las aulas. De todas formas, al mediodía se reunieron unos 250 estudiantes que votaron un repudio a la maniobra del decano y la continuidad de la toma del decanato. El miércoles, una asamblea de más de 300 estudiantes vuelve a superar todas las expectativas. Se resuelve una juntada de firmas de todos los miembros de la facultad para que se reformen los estatutos. Incluso se suman cuestionamientos a la política científica del gobierno y se vota un repudio a los dichos del ministro Barañao de que no hay desocupación en el ámbito científico. La moción de continuar la toma gana casi por unanimidad.


La gran semana


El jueves, bajo el asedio constante de los canales de televisión, se vivió una fuerte polarización al interior de la facultad. Mientras la gestión continuaba su lock-out, el Cecen y la AGD garantizaron clases públicas. La camarilla profesoral convocó un “paro activo” que consiste en apretar a los docentes para que no den clase y se movilicen contra la toma. A eso de las 14, una “contramarcha” orquestada por los profesores, a la que arrastran a sus becarios y a algunos docentes y estudiantes choca con unos 200 estudiantes sentados en la puerta de la facultad que cantan “abran las aulas para estudiar y para democratizar”.


Esta polarización se manifestó en la asamblea del jueves a la tarde, la más grande en muchísimos años (400 estudiantes), de la que por primera vez participan los anti-toma. Luego de un largo debate, la asamblea termina resolviendo por mayoría continuar la toma hasta el viernes por la mañana y movilizarse junto con la Fuba a la elección de consejeros superiores.


Esta “explosión”, aunque exceda las previsiones, entronca con un proceso significativo en la Facultad. Recordemos que el triunfo en las elecciones de Cecen se caracterizó por un salto notable de la Izquierda al Frente junto a un retroceso de La Mella. El motivo fundamental fue la adaptación de estos últimos a la gestión de Exactas y al verso de la “política científica” de los K. Por eso, el ascenso de la izquierda se corresponde con la experiencia de cientos de estudiantes que empiezan a sacar conclusiones respecto de la necesidad de enfrentar este régimen universitario.


El viernes, el Cecen aportó la columna más importante al acto de la Fuba. De esta forma, culmina una gran semana de lucha y se abre una perspectiva inmensa para todo el movimiento estudiantil y docente que pelea por la democratización de la UBA.