El 7 de diciembre se realizó el congreso ordinario de la Federación Universitaria del Comahue (FUC).

Estuvo signado, por un lado, por el fuerte ajuste que impulsan el gobierno y las autoridades contra la Universidad del Comahue (Unco) y por las elecciones de autoridades que tendrán lugar el año próximo.

Por el otro, por la situación de parálisis y vaciamiento que atraviesa la Federación, que plantea la necesidad de un cambio de rumbo para enfrentar las políticas anti educativas. Un dato distintivo del Congreso fue el enorme grado de vaciamiento del mismo. Sóllo contó, en el mejor de sus momentos, con 150 compañeros.

En la junta representativa de la Federación realizada previamente, la totalidad de las fuerzas votaron la realización del congreso para estas fechas. La negativa corrió a cuenta exclusiva de la UJS-PO, que planteó su realización para fines de marzo junto a una fuerte campaña de cara al movimiento estudiantil. No existió siquiera una convocatoria pública de ninguna índole, es decir que "se apostó" a la clandestinidad y al vaciamiento.

En este marco, el Frente de Estudiantes Independientes (FEI) volvió a ganar la conducción de la Federación, obteniendo prácticamente la mitad de los del año pasado.

Sucede que una parte importante del FEI, autodenominados "la izquierda independiente", rompió con el sector mayoritario para armar lista propia, y quedando en el último lugar. La adaptación del FEI al kirchnerismo, que se expresó en los cursos de formación política con la burocracia de la CTA o el ataque de una parte del FEI al centro de Ingeniería por haber participado en la marcha contra Chevron, precipitó la crisis a su interior. El discurso "basista" o "independiente" funcionó como cobertura ideológica de su adaptación política al gobierno, y concluyó en la parálisis y el vaciamiento de la Federación.

La Izquierda al Frente (JUS-PTS-PO-CS) obtuvo el segundo lugar con 21 votos y conquistó la Secretaría General de la FUC. La Cepa-PCR obtuvo el tercer lugar con 19 votos.

La UJS-PO defendió en las comisiones la realización de un congreso extraordinario de la FUC para fines de marzo de 2014, en función de homogenizar al movimiento estudiantil detrás de un planteo de lucha contra la política de ajuste del gobierno y contra todo el régimen universitario. Es que la elección de autoridades del próximo año plantean, no sólo impugnar su carácter anti democrático, sino también desenmascarar la orientación social capitalista que rige en la Universidad.

Esa orientación quedó al desnudo con el acuerdo firmado entre la Unco e YPF-Chevron, que pone las instalaciones de la universidad al servicio de la petrolera.

El impulso de este Congreso será motivo de una campaña común de la Izquierda al Frente para su efectiva realización y para el impulso de un plan de lucha del movimiento estudiantil, ante la parálisis y el vaciamiento de la conducción "independiente".