Juventud

30/4/2014|1312

Franja Morada, el PRO y La Cámpora: un pacto contra los estudiantes

Congreso de la FUBA

El sábado 26 de abril se realizó el plenario general del Congreso de la Fuba. Más de 2 mil estudiantes votaron importantes resoluciones de lucha, que plantean la organización junto a docentes y el resto de los trabajadores, para enfrentar el ajuste en curso y defender la educación pública. Sin embargo, la elección de las autoridades de la Federación, instancia clave de un Congreso ordinario que fue convocado hace un mes por la Junta Representativa (que incluye a los trece centros de la UBA), no pudo realizarse. El motivo fue que un bloque de agrupaciones se negó a acreditar sus delegados, impidiendo que se constituyera el quórum estatutario para sesionar; 59 delegados se hicieron presentes, pero el piso es de 66. El bloque que saboteó el Congreso es ciertamente “amplio”: encabezado por Franja Morada-UCR (Nuevo Espacio), incluye al MNR (PS), Libres del Sur y el PRO. En la UBA, el “debate” de Unen respecto de hacer un frente con Macri quedó saldado favorablemente. A este conglomerado se sumó La Cámpora; no obstante, la “anchura” de los saboteadores no puede ocultar su carácter minoritario. Es que eligen la vía de impedir el normal funcionamiento por su impotencia frente al triunfo de la izquierda. Estas agrupaciones fueron derrotadas en las elecciones estudiantiles, lo cual implicó que ocho sobre trece centros estén conducidos por la izquierda; de igual modo, la representación estudiantil en el Consejo Superior es por mayoría del mismo signo (cuatro sobre cinco). Los “argumentos” revoleados por cada corriente buscan ocultar el punto de partida ineludible: todas las agrupaciones deben participar del Congreso, con la representación que obtuvieron por los votos estudiantiles. No acreditar los delegados es una burla hacia los estudiantes que optaron por ellos, ¿o acaso explicitaron en su campaña que rechazan la existencia de una Federación que agrupe a los centros?

Detrás del vaciamiento hay intereses definidos. El rectorado de Barbieri y el gobierno K quieren sacarse de encima a una Fuba de izquierda y combativa, que enfrenta desde hace más de una década sus políticas. La designación del vicerrector Richarte, ex número dos de la Side con De la Rúa, pintó de cuerpo entero al podrido régimen universitario, y la Fuba montó una campaña sistemática contra este bochorno junto a organismos de derechos humanos. Por eso, la campaña basura contra la Federación surgió del holding mediático ligado a este personaje, que también es abogado de Boudou. El grupo K de Szpolski lanzó una catarata de infamias para ocultar los intereses empresariales de la actual gestión de la UBA. Tuvieron el tupé de hablar de inexistentes millones de pesos para atacar a la Fuba y a los centros, que sólo desde que fueron recuperados por la izquierda tienen finanzas transparentes y comisiones revisoras de cuentas. ¡Encima dicho por la Franja Morada-Nuevo Espacio, que se fue de la Fuba tras robar planes sociales a los desocupados!
La Cámpora se sumó al boicot tras integrarse al rectorado de Barbieri: “a la carta” se creó una ignota “Subsecretaría de Vinculación Social e Inclusión Educativa” para que ocupe uno de los suyos, mostrando que gustan más de los cargos que de respirar. Comparten gabinete con massistas y radicales, en otro episodio de la derechización K. Por algo al día siguiente fueron a aplaudir a Scioli, cuyo ministro de Seguridad pide la vuelta del servicio militar. Esta orientación acelera la disgregación K, también en la UBA: el Movimiento Evita acreditó su delegado en soledad, afirmando que “no seremos parte de maniobras inexplicables”.

Asamblea y plan de lucha

Más allá del vaciamiento pactado entre radicales, kirchneristas, el PRO y Libres del Sur, el Congreso deliberó. Más de 2 mil estudiantes votaron un plan de lucha contra el ajuste, tras haber participado de asambleas, paneles y comisiones. El plan de acción aprobado incluye una marcha a Plaza de Mayo en el próximo mes junto a los docentes y todo el movimiento educativo, un festival por la absolución y libertad de los petroleros de Las Heras, y una gran jornada de lucha contra la “ley antipiquetes” del gobierno. El plenario de cierre, en el que intervinieron nuestros compañeros Santiago Gándara y Pablo Viñas, entre otras delegaciones de trabajadores, votó la participación en el acto del 1º de Mayo de la izquierda y los luchadores, así como completa ligazón de la agenda del movimiento estudiantil con la clase obrera. La pelea en el Congreso mostró la justeza de nuestro planteo de unir a toda la izquierda en una lista única que derrotara a las fuerzas del gobierno y el Rectorado. El PTS, que defendió hasta el final su línea liquidacionista, se limitó a intervenir en el plenario final para proponer “la adhesión de la Fuba al Encuentro de Atlanta”, lo que fue olímpicamente ignorado por los asistentes (ganó por abrumadora mayoría la abstención).

La tarea del momento es impulsar con todo el plan de lucha de la Fuba. A la vez, propondremos a la Junta Representativa que convoque nuevamente al Congreso, para que cada una de las agrupaciones y sus delegados fijen posición públicamente sobre su accionar. Reclamaremos que cumplan con su deber, y acudan a defender sus posiciones y listas en la Federación.

Las maniobras de un gobierno en retirada y un Rectorado de servicios no van a poder frenar la experiencia histórica que viene desarrollando el movimiento estudiantil tras la recuperación de la Fuba. Nuestra Federación, la Fuba piquetera, la Fuba de Mariano Ferreyra, se ha convertido en un emblema de lucha del pueblo argentino. La UJS-PO, en la conducción de la Federación y de ocho de sus centros de estudiantes, asumirá la responsabilidad de garantizar este rumbo.


Julián Asiner
presidente de la Fuba