A partir de lo votado por la mesa nacional de la UJS, del 10 al 13 de marzo realizaremos un plenario nacional con comisiones de debate virtuales y un acto final presencial que será retransmitido en distintas provincias del país. De esta forma, arrancamos el año preparando nuestra intervención política orientada a organizar a la juventud junto a lxs trabajadores para enfrentar el ajuste.

El gobierno y la derecha son responsables de la catástrofe social

No hay dudas que la juventud vive en carne propia la catástrofe social a la que nos llevaron quienes gobernaron las últimas décadas. Los 18,5 millones de pobres y 4,5 millones de indigentes son el resultado de las políticas de ajuste sobre lxs trabajadores en beneficio del gran capital. En solo un año el gobierno de Alberto Fernández aportó lo suyo para llegar a esta situación calamitosa, modificando la ley previsional del macrismo para pagarle aún menos a lxs jubiladxs, imponiendo paritarias a la baja al conjunto de lxs trabajadores. Esta orientación viene acompañada de un reforzamiento del carácter colonial de la Argentina mediante el endeudamiento a tasas usurarias del 16% y el reconocimiento de la deuda ilegítima.

Si bien la derecha quiere explotar esta situación denunciando los aumentos sistemáticos de la nafta y la carne, parodiando el nombre del presidente a “Aumento Fernández”, no hay dudas de que ellos también son responsables de la situación al punto de que el gobierno de Mauricio Macri terminó su mandato con más del 50% de inflación interanual y con un endeudamiento colosal del país. A esta situación se le suma el fracaso del gobierno frente a la pandemia que nos dejó cuartos en el ranking de muertes por millón de habitantes mientras salta a la luz el escándalo del vacunagate que muestra un régimen político VIP con los capitalistas y la burocracia sindical que les garantiza el ajuste en curso.

Para no dejar dudas, los homenajes al recientemente fallecido Carlos Menem por parte de todo el régimen político muestran que más allá de toda grieta todos mantuvieron el esquema de privatizaciones del menemismo. Hasta los liberales que posan de antisistema y denuncian “el enriquecimiento de los políticos mientras se empobrece la población”. Sin embargo, Menem es un recuerdo concreto de cómo gobernar para el enriquecimiento de los empresarios va de la mano con el ascenso de la pobreza, lejos de la «teoría del derrame», que comparten con el finado. Tampoco se contrapone favorecer a los empresarios con la corruptela, van siempre de la mano. Los liberales de antisistema no tienen nada.

La catástrofe también llegó a la educación

Mientras lo que reina hace años en el sistema educativo son los recortes presupuestarios, los salarios de miseria y edificios destruidos, tanto el gobierno nacional como los provinciales se quieren mostrar como defensores de la educación. La hipocresía es tal que Alberto Fernández y el ministro Nicolás Trotta, con el Consejo Federal de Educación (todos los ministros de educación provinciales), han eliminado el “semáforo epidemiológico”, a pesar de los altos niveles de contagios, con el único fin de volver a la presencialidad. Contrario a lo que decía el presidente al comienzo de la pandemia; les importa más la apertura total de la economía y el negocio de la educación privada que la salud de los pibes.  Es necesaria la organización estudiantil para exigir el acondicionamiento adecuado de las escuelas y los recursos sanitarios correspondientes. El apuro por volver a las escuelas es también un manotazo de ahogado frente al fracaso de la virtualidad, donde tampoco pudieron garantizar conectividad y fomentaron la deserción estudiantil masiva.

Falsas promesas y el rol de la juventud

La tan anunciada “vuelta al asadito” no fue la única promesa electoral que quedó en nada. La expectativa de que este gobierno tuviera una orientación distinta al macrismo se incumplió en todos los planos: del encubrimiento a la gendarmería de Patricia Bullrich pasamos al empoderamiento de la Bonaerense de la mano de Sergio Berni; en términos ambientales el gobierno impulsa junto al gobernador Mariano Arcioni la megaminería en Chubut (utilizando al aparato represivo para perseguir activistas). A su vez, los 46 femicidios en un año demuestran que lejos del fin del patriarcado anunciado por el presidente después de que el movimiento de mujeres y diversidades conquistara el aborto legal, tenemos un Estado femicida que mantiene estructuralmente la violencia hacia las mujeres.

La pretensión de que mediante la creación de ministerios y su posterior ocupación con “militantes populares” se iban a llevar políticas a favor de lxs trabajadores dio como resultado que mientras cada vez más trabajadores se empobrecen tengamos a un coro de funcionarios que suben fotos a sus redes sociales en reuniones con sanguchitos de miga pretendiendo mostrar que están transformando la realidad.

La UJS y la Juventud del Polo Obrero están en las antípodas de esa juventud de funcionarios que surge de la cooptación de distintas organizaciones políticas y nos encontramos  desarrollando las luchas de la clase obrera y la juventud, como lo hicimos en el 2020 en Guernica, o enfrentando la megaminería en Chubut, en las jornadas contra el hambre del Polo Obrero y como lo estamos haciendo en todo el país organizando la respuesta del movimiento estudiantil al retorno sin condiciones de Trotta. Con la experiencia de esas luchas se consolida también una juventud que mediante la unión con la clase obrera busca una transformación social de raíz para satisfacer sus reclamos.

Golpeemos al ajuste

Frente a un nuevo ajuste en marcha que pretende establecer paritarias del 29% mientras se espera una inflación que ronda el 50% nos preparamos para un 2021 de lucha contra este régimen de hambre y saqueo. De eso se trata el plenario nacional de la UJS, queremos agrupar a la juventud que no quiere sumirse más en la pobreza y miseria de este régimen político y quiere darle un golpe junto a lxs trabajadores. Es hora de lxs trabajadores y la juventud, ¡vamos por un gran plenario nacional de la UJS y la juventud del Polo Obrero!