Durante el fin de semana del 24, 25 y 26 de febrero, en el Cadillal-Tucumán, se llevó adelante un gran campamento de la UJS (juventud del Partido Obrero) y la JPO (Juventud del Polo Obrero) del noroeste argentino. El campamento tuvo una participación de más de 100 jóvenes de las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca.

El mismo fue preparado entre las cinco regionales, con una agenda política de numerosas actividades: asambleas abiertas, charlas, actividades financieras, entre otras, agrupando jóvenes de las capitales y localidades del interior de cada provincia. Fue el resultado de tres meses de militancia y discusión entre jóvenes de los barrios, estudiantes de la universidad, terciarios y secundarios, y tuvo como eje el curso central que presenta un disparador interesante y disruptivo: “A 40 años… ¿La democracia fracasó?”.

El curso estuvo a cargo de dos jóvenes dirigentes del NOA, Pedro Saracho de Catamarca y Sebastián Copello de Jujuy. Este permitió poner en debate un balance histórico de la democracia desde una mirada marxista: si una de cada diez personas vive en la indigencia y el 60% de les pibes viven en la pobreza es claro que el régimen democrático fracasó al igual que la dictadura.

Una gran conclusión fue que detrás de diferentes regímenes políticos (democracia y dictadura) se encuentra la misma clase social, la burguesía, adaptando al Estado según sus necesidades del momento y la relación de fuerzas con la clase obrera.

La crisis social a la que llegamos es una realidad que como juventud no podemos obviar, sino prepararnos para enfrentar las medidas de ajuste que tanto el gobierno nacional como los gobiernos provinciales, radicales y peronistas, se encargan de aplicar a rajatabla condenando a la mayoría de la juventud a la pobreza, la precarización laboral y la falta de vivienda.

En las comisiones de repaso posteriores a cada clase que realizamos hubo gran debate sobre las problemáticas como la educación pública, medio ambiente, trabajo genuino y las posibilidades de una juventud trabajadora que ha vivido toda la vida en esta democracia, y ven como sus condiciones son cada vez más precarias.

También se debatió el rol que juega el kirchnerismo y las distintas fuerzas capitalistas que gobernaron en estos 40 años, desde el famoso “con la democracia se come, se cura y se educa”, que Alfonsín utilizó para canalizar la ilusión de las masas, hasta el gobierno actual de Alberto Fernández, que dijo que el pueblo iba a “volver a comer asado”. También analizamos que el fracaso de los gobiernos, que fueron arrasando los derechos de los trabajadores y la juventud, alimenta el surgimiento de sectores rabiosamente antiobreros y facscistas, que buscan explotar el descontento social y que prometen ser la solución a la crisis, como es el caso de Milei y los “libertruchos”, que representan lo peor de la casta política porque defienden a rajatabla los intereses capitalistas y no representan una salida a la clase trabajadora.

Frente a esto concluimos que la Juventud tiene que concentrar todo ese descontento en una alternativa política independiente de clase obrera, fusionada con la juventud y el movimiento estudiantil. No queremos una juventud ligada a los intereses capitalistas, si no una juventud que se plante organizándose y dando la lucha, junto al movimiento piquetero.

Vamos con todo para organizar en los barrios, en los lugares de estudio y en los de trabajo, a los jóvenes, para enfrentar el ajuste, la precarización laboral, la destrucción del ambiente y estando presente en cada lucha. Vamos a fondo a organizar la juventud para echar a los políticos capitalistas y dar la batalla electoral en cada provincia.