Juventud

3/10/2018

Homofobia y misoginia: otra denuncia en el Nacional Buenos Aires

Testimonio de Miles Harvey (promoción 2014) egresado del Colegio Nacional de Buenos Aires sobre el profesor Fernando Guarnaccio, encubierto por las autoridades y la burocracia.

No pensé que iba a volver a hablar de esto públicamente, pero dada la valentía que tuvieron las compañeras de la promoción 2016 del Colegio Nacional de Buenos Aires, me pareció que había que decir algo. En 2013, yo estaba en 4to año del CNBA, tenía 15 años, los que me conocen desde ese momento saben que nunca tuve un problema en decir quién era, y cuál era mi sexualidad. En 2013, tuvimos un profesor de historia que se llama Fernando Guarnaccio, que mencionan las compañeras en su discurso como un caso más de las situaciones de violencia que se viven en el Nacional con la vista gorda o complicidad de las autoridades. El primer día de clases, el profesor Guarnaccio entró, se subió al estrado, y dijo: "ustedes son los obreros en el costado de la ruta y yo soy el scania que les pasa por arriba". Desde ese día en adelante, el profesor Guarnaccio dedicaba largos ratos de sus clases para iluminarnos con las opiniones que el tenía sobre las mujeres. Las mujeres para él no tenían un lugar en "el Colegio de la patria", las mujeres tenían que estar limpiando, cocinando, cuidando a los chicos. Esto no es un parafraseo, esto lo decía él. A varias compañeras las humilló, las denigró, las cosificó, utilizando su posición como autoridad dentro del aula para imponer sus ideas misóginas.


En ese momento sus frases nos daban risa, parecía el profesor con el que uno se reía porque estaba demente, hasta que llegó el día en el que me tocó a mi.  Ese día, estábamos jodiendo con un amigo mío, y al preguntarnos este buen hombre qué era lo que estábamos haciendo, yo le dije en chiste que estábamos de novios. Se detuvo por un segundo, pensó, y soltó sin más: "esa enfermedad (la homosexualidad) todavía tiene cura." Después pasó a referirse a la terapia de electroshock que usan en los reformatorios de homosexuales. Yo, anonadado. Estaba acostumbrado a tener docentes que en mayor o menor medida eran progresistas, o que al menos no emitían sus opiniones políticas en la clase, o fomentaban el debate. Hubo otro día, donde mi mejor amiga de ese entonces le dijo al profesor que estaba haciendo clases de boxeo, y él le dijo que era un experto y que podían practicar. El tweet de abajo es de esa noche, la gorda era mi mejor amiga. Su twitter era una vidriera para ver cuáles eran sus opiniones, hay varios personajes a considerar. La gorda era mi mejor amiga, el puto o el mariconazo era quien les habla, Rettori es una profesora de historia excelente del Colegio, Paola Gioseffi o PG era profesora de Latín y Consejera Resolutiva, Cisotoforri era Alejandro Cristófori, jefe del departamento de Historia. De esta forma, difamaba a colegas, insultaba a estudiantes, menores de edad, subordinados, insinuaba que docentes mujeres tenían la posición que tenían por hacerle favores sexuales al Rector del Colegio. Y para coronar todo esto, alega que le habían hackeado la cuenta. Y luego cuando se lo enfrentó con estos tweets, no lo negó, dijo que el puto era un vecino del tercer piso y la gorda era otra vecina, a pesar de que el día donde hablaba del puto fue el día en el que lo citó la vicerrectora del turno vespertino Carolina Bellusci después de clase, por lo que tuvo que quedarse más tiempo en el Colegio de lo que él pensaba.


 



Llegó un punto donde me cansé y con mis amigas decidimos ir a hacer la denuncia, primero a nuestra tutora y luego a la Vicerrectora ya mencionada. Con tweets en la mano, audios de las clases y múltiples testimonios, fuimos a hablar con las autoridades. Era evidencia incontrastable de que al frente de nuestro curso había un docente misógino, homófobo y posiblemente un desequilibrado mental. Lo primero que hicieron fue citar al docente y mostrarle la evidencia, nos expusieron ante él, y tardaron UN MES en apartarlo de su cargo. Estuvo un mes más dando clases, donde nos citaban alternativamente a nosotros y a él, tiempo en el cual él sabía perfectamente que había sido yo quien lo había denunciado, y que aprovechó para intimidarme en clase sin que yo pudiera hacer nada. Durante ese tiempo y después de ser apartado, se paraba en Plaza de Mayo, la cual teníamos que cruzar para llegar al Colegio, y se quedaba mirándonos sistemáticamente, varias veces, con el objetivo de amedrentarnos. Las autoridades y los tutores no tuvieron mejor idea que armar una tutoría en la cual nos enfrentaron a los que queríamos denunciar con los que no lo querían denunciar porque era "todo en joda" y "era gracioso", casualmente la mayoría de ellos eran hombres cis heterosexuales, el tipo de persona predilecta de Fernando Guarnaccio. Espero que estos compañeros de 4to 13 que lean esto y se sientan tocados, hayan cambiado de opinión.


Fuimos a declarar al Consejo de Convivencia del Colegio, tuve reuniones con la Vicerrectora, el Rector, les rogué que lo apartaran del cargo mientras durara la investigación. En el interín él había redoblado las invitaciones a que las chicas trajeran productos de limpieza para dejar 10 puntos los bancos porque ese era su lugar en el colegio, las chicas de limpieza. Una vez trajo un catálogo de Coto y les dijo a las chicas que había ofertas en productos de limpieza. Al fin, después de un mes, lo apartaron de su cargo, con goce de sueldo y en tareas administrativas. Las autoridades me dijeron que había comenzado el proceso de "pedido de sumario", ni siquiera un sumario, un pedido, que es la investigación que hace la universidad para ver si hace otra investigación más. Me dijeron que en algún momento tendría que poner todo por escrito e ir a declarar al Consejo Superior de la UBA. Para que esto suceda tardaron UN AÑO en convocarnos a declarar. Fui, declaré, nunca supe nada más. Pasó el tiempo, hice quinto año, fiesta de egresados, pintada, egresé y terminó una etapa de mi vida. Yo pensé que este docente nunca más iba a estar al frente de una clase, aunque me enteré luego que en el Colegio ILSE siguió dando clase varios meses después de ser apartado en el CNBA, aunque es otro colegio preuniversitario.


Arranca 2015, empiezo el CBC, y me entero por alumnos que seguían en el Colegio que apenas egresé, volvieron a convocar a Guarnaccio a dar clases en el Colegio, ya que estaba "reformado" porque había hecho un curso de no se qué de violencia de género. Las autoridades esperaron pacientemente hasta que yo egresara, porque era el que hizo "quilombo" para que Guarnaccio se vaya, y apenas me fui lo hicieron volver, El príncipe de Maquiavelo, un poroto. Mi tutora me dijo, cuando yo todavía tenía 17 años, que la burocracia sindical docente de UTE-CTERA le había puesto el mejor abogado a Guarnaccio y que este les había dicho a ella y a la Vicerrectora que me iba "a hacer mierda" en un juicio por difamación. Vaya pedagogía contarle esto a un chico asustado. En fin, volvió al Colegio este sujeto, y yo inmediatamente le mandé un mail al Rector GUSTAVO ZORZOLI, que les copio abajo, el cual fue ignorado por completo.


El profesor Guarnaccio siguió dando clases en el CNBA hasta el año 2016 si no tengo mal la información, siguió con sus dichos misóginos y homófobos, los estudiantes siguieron denunciando esta situación a las autoridades y estas no hicieron absolutamente nada excepto invitarlo a reuniones. Y esta es la mejor parte, no lo despidieron a Fernando Guarnaccio por amenazar a menores de edad, discriminar, intimidar, abusar de su autoridad, hostigar menores, insultarlos por las redes sociales. A Fernando Guarnaccio lo despidieron porque le dijo "inútil y pelotuda" a la Vicerrectora Carolina Bellusci. CUATRO AÑOS pasaron desde que supieron que era homofóbico y misógino, pero ese no es el motivo para sacar a alguien de una posición de poder. De hecho lo volvieron a poner enfrente de un curso A SABIENDAS de que era violento, un curso de primer año, con chicos de 12 o 13 años. Solo lo sacaron cuando increpó a un adulto que sabe perfectamente como defenderse. No digo que esté bien que insulte a la Vicerrectora, pero denota cuáles son las prioridades de la Vicerrectora Bellusci, del Rector Zorzoli y las demás autoridades del Colegio Nacional de Buenos Aires, no es el bienestar de los pibes y pibas que cursan en él, sino preservar sus intereses de camarilla.


Las autoridades del CNBA y el Consejo Superior de la UBA que no hicieron nada para sacar a Fernando Guarnaccio del frente de una clase son responsables del daño psicológico que me generó a mi, a mis compañeras de la decimotercera división de la promoción 2014 y a todos los otros alumnos que lo tuvieron como docente en los años previos y posteriores. Fuera Zorzoli y su gestión cómplice del Nacional Buenos Aires, fuera los misóginos y homófobos del CNBA y de la UBA. Que haya un gabinete interdisciplinario que combata la violencia de género y le de contención a las mujeres y disidencias del CNBA. Fuera los cómplices del Departamento de Orientación al Estudiante que acallan las denuncias de violencia, las encubren o las divulgan para deslegitimarlas. Cursos de capacitación. a docentes, tutores y miembros de la comunidad sobre violencia, géneros y diversidad sexual. No nos callamos más.