Juventud

6/12/2007|1020

La crisis del Carlos Pellegrini: En qué consiste la nueva situación

La renuncia de Juan Carlos Viegas como rector del colegio Carlos Pellegrini representa una derrota de las camarillas universitarias que manejan el rectorado de la UBA. La precipitó la movilización incesante de estudiantes, docentes y padres, y abrió una crisis política de alcance general en la UBA.


La llegada de Viegas al rectorado del Pellegrini fue resistida de entrada por todos los sectores del colegio, con la excepción, claro, de la burocracia patotera de Ctera. Los estudiantes ocuparon el colegio sin dejar entrar al rector designado y levantaron la ocupación cuando consiguieron el compromiso por escrito de que se formaría un Consejo Resolutivo para gobernar el colegio y se titularizarían a los docentes y no docentes. Pero las autoridades de la UBA, Viegas y la patota de Ctera desconocieron los acuerdos, quisieron arrebatarles el bar a los estudiantes, no aprobaron el régimen de disciplina propuesto por ellos y bloquearon hasta donde pudieron la titularización. Cajonearon el reclamo central, el del Consejo Resolutivo. Viegas pretendía, así, hacerse del poder real del colegio.


Pero esa política fracasó por la lucha incesante de todos los sectores del colegio. La burocracia de Ctera sufrió un golpe al perder a dos de sus patoteros que fueron trasladados por golpear a estudiantes; debieron aprobar la titularización; el bar sigue bajo control estudiantil. La posibilidad de que Viegas siguiera como rector, en estas condiciones, era imposible. Dos hechos le dieron el tiro de gracia: el abrazo de los padres al colegio y la declaración del FEL, la agrupación donde militamos, que señaló que la caída de Viegas ya estaba resuelta.


La nueva situación


El gobierno nacional, a través de Filmus, intervino directamente para acelerar la caída de Viegas y quitarle al radicalismo shuberofista un lugar clave de la UBA. El rector de la UBA, Hallú, que hace equilibrio entre el gobierno nacional y el aparato universitario que responde al radicalismo, nombró como nuevo rector del Pellegrini a Héctor Pastorino, un funcionario menemista de la municipalidad de Buenos Aires en la época de Grosso.


El nuevo rector intentará cambiar de política. Seguramente querrá cooptar a la presidencia del Centro de Estudiantes, en manos de Libres del Sur. Por otro lado buscará un apoyo entre los padres, sobre todo en aquellos que no participan de las asambleas. Buscará, incluso, un apoyo dentro de la docencia. Ctera, por el momento, sigue manteniendo a sus dos vicerrectores y pide la reinstalación de los dos patoteros trasladados al campo de deportes de Ciudad Universitaria. Para que el nuevo rector pueda establecer un acuerdo con Ctera, ésta debería resignar una parte de su poder. Si bien el nuevo rector ha prometido implementar lo establecido en el acta por el momento hay varios proyectos de Consejo Resolutivo.


Fuera las patotas y que se cumpla el acta


La rápida reacción del movimiento estudiantil ante la caída de Viegas le ha permitido dotarse de una política muy concreta. En asamblea, los estudiantes aprobaron el siguiente pliego de reclamos: separación definitiva de los dos patoteros de Ctera; renuncia de los vicerrectores; abajo todas las sanciones contra estudiantes, docentes y no docentes; el bar bajo control estudiantil; cumplimiento efectivo del acta compromiso y aprobación del proyecto de Consejo Resolutivo presentado en común por los estudiantes, docentes y no docentes. Este punto es clave, ya que vendrá ahora el debate y la lucha por el contenido mismo del proyecto.


Con este programa se abre una pulseada dentro del Pellegrini, que sin duda se dará en mejores condiciones que en el pasado, ya que nuestros enemigos han sufrido una derrota.