Por una lucha de miles contra el ajuste del gobierno y el rectorado

La Fuba ha convocado a su Congreso Ordinario para los días 23, 24, 25 y 26 de abril. Comenzará con un acto en las escalinatas de la Facultad de Ciencias Económicas, la más masiva de la UBA y génesis del nuevo rectorado. El jueves 24, habrá paneles de debate en todas las facultades, para abordar los temas cruciales de la situación política y de la universidad. El viernes 25 se realizarán las comisiones, que elaborarán propuestas de acción, por mayoría y por minoría. Finalmente, el sábado 26 un plenario de cierre votará las resoluciones del Congreso. Ciento treinta delegados, surgidos de las elecciones de centros del año pasado, elegirán la nueva conducción.

El Congreso viene precedido por la intervención de la Fuba en el paro nacional. La ocupación de facultades y el corte en plaza Houssay junto a los docentes de la AGD y la Comisión Interna No Docente de Sociales fueron un éxito, a lo que hay que sumar la participación con varios micros de los cortes de Panamericana y Puente Pueyrredón. Antes se habían desplegado clases públicas de apoyo y la movilización al Rectorado por la separación del espía Darío Richarte, conocido como “señor ocho” entre los servicios de inteligencia. El Congreso tiene el desafío de sumar a miles de estudiantes a estas luchas.

La Franja y los K.

En la reunión de Junta Representativa en la que se convocó al Congreso, Franja Morada (“Nuevo Espacio”) ratificó su política de sabotaje. Para dejar sin quórum a la Fuba, los pibes de Barbieri requieren del concurso de los K. Esto fue lo que ocurrió en 2012, cuando La Cámpora se unió a la UCR y el PRO para boicotear el Congreso. Era la expresión estudiantil del pacto de cogobierno que sustentó el rectorado de Hallú. En 2013, los K acreditaron sus delegados y, en ausencia de los radicales, se quedaron con el segundo lugar (Secretaría General). Es una incógnita qué harán este año, después de haber quedado relegados en el nuevo rectorado: ¿Se someterán a Barbieri-Richarte o legitimarán a la Fuba que luchará en su contra?

En Página/12, La Mella instaló una tercera alternativa con declaraciones que no fueron desmentidas, planteando un acuerdo político con el gobierno -a través de La Cámpora: en lugar de “fortalecerla”, implicaría la degeneración de la Fuba como organización de lucha. Esta política de sumisión a los K fue derrotada en las últimas elecciones.

Mandato y balance

Para que ese mandato estudiantil se exprese en el Congreso es necesaria una política decidida por parte de su conducción. La UJS-PO reclamará que todas las agrupaciones que participaron de las elecciones a centros de estudiantes se presenten en el Congreso, sin condicionamientos. Esta es la única forma de defender la unidad y la integridad de la Fuba, sin quebrantar su independencia política. Más que nunca, es necesario reagrupar a todas las fuerzas de izquierda para esta tarea.

Una condición elemental es que el frente que surja se constituya, como ya hemos dicho, respetando -y no violando-, ese mismo mandato que debe defender.
De 2012 a esta parte, el avance de la Fuba es significativo. Gracias a una intensa lucha política, el método de reunir periódicamente a los organismos permitió sortear la tendencia a la parálisis y la fragmentación de la Federación, que anida en la actual copresidencia. Así, la Fuba se pronunció sobre los temas más relevantes de la agenda política nacional y de la UBA.

Prueba de ello es el trabajo de demolición pública del ajuste de CFK y Kicillof, la movilización del año pasado contra la farsa privatista que se dio en llamar “Asamblea Universitaria”, o el reciente posicionamiento en relación a la crisis en Venezuela.

Este progreso explica el triunfo en las elecciones de centros, que a su vez ayudó a reafirmarlo. Defender este desarrollo, reagrupando a miles de estudiantes, es el desafío que asume la UJS de cara al próximo Congreso.

Julián Asiner