Juventud

26/9/2013|1287

La primavera riojana

El despido de varios docentes, a quienes no se les renovó el contrato, en la Universidad de la Rioja (Unlar), fue la gota que rebalsó el vaso y provocó una reacción generalizada de toda la comunidad universitaria, la cual se ha extendido a una importante franja de la población.


Desde su creación durante el gobierno de Menem, la Unlar nunca había vivido un proceso de movilización. Con mano de hierro, el actual rector, Enrique Tello Roldán, impuso un régimen de proscripciones y persecución a cualquier forma de disidencia. Se aseguró así una forma de gobierno vitalicio. Desde hace 21 años, Tello Roldán está en el cargo y es reelecto sin oposición. Ahora se preparaba para otra reelección.


Sin embargo, en La Rioja, muchas cosas han comenzado a cambiar. Las enormes luchas de Famatina y las asambleas ciudadanas impidieron que Barrick y Osisko pudieran meter manos en los Nevados del Famatina. Esa lucha se tradujo en las elecciones de agosto, cuando el peronismo perdió una elección por primera vez en la historia. Estos giros también impactaron en la universidad. El clima de inquietud y deliberación presagiaba la tormenta que se iba a desatar.


El 11 de septiembre, una asamblea de unos treinta estudiantes, que contó con la adhesión de docentes y no-docentes, resolvió convocar a una movilización para el 17. Tello Roldán decidió mojarle la oreja a los estudiantes: "Quiero ver cuántos son en la protesta". Alrededor de mil estudiantes, docentes y no-docentes le respondieron: al día siguiente, en una nueva asamblea -esta vez muy masiva- se inicia una espiral de tomas de toda la universidad.


Se fueron agregando otros reclamos: la re0nuncia del rector Tello Roldán y todos sus funcionarios; un nuevo estatuto, que consagre un gobierno universitario con el 50% de representación estudiantil y la renovación de todos los centros estudiantiles.


La lucha es gigantesca. Diariamente, se realizan asambleas por departamentos, las cuales envían sus delegados a una asamblea de toda la universidad, donde se resuelven los pasos a seguir. La gran solidaridad del pueblo riojano se evidencia en las donaciones, que no dejan de llegar. El domingo 22 se realizó una marcha "social" impresionante, similar a la convocatoria que -meses atrás- logró la lucha de Famatina. Miles de riojanos marcharon en apoyo a los estudiantes. En el mismo momento, otros miles de estudiantes deliberaban en asamblea.


La pueblada universitaria y el apoyo popular han provocado una crisis política. Todos quieren despegarse de Tello Roldán. La llegada de un representante del Ministerio de Educación de la Nación, Martín Gil (traído en el avión de la Gobernación), es el síntoma de una maniobra para que Tello presente la renuncia y poner la situación bajo control. Hay que llevar la lucha a fondo: reincorporación de todos los docentes cesanteados, desmantelamiento del sistema de espionaje montado por Tello, fuera la policía y las patotas de la Unlar, por planes de estudio votados en asambleas de estudiantes y docentes, eliminación de todas las medidas limitacionistas, por un gobierno universitario electo con el 50 por ciento de representación estudiantil.


La primavera riojana vino para quedarse.