Las elecciones del Pellegrini fueron atentamente observadas por el conjunto del movimiento secundario. En el propio escrutinio se movilizaron activistas de una gran cantidad de colegios para apoyar al Frente de Estudiantes en Lucha y pujar por su triunfo frente a la agrupación de los K. Son los mismos activistas que repudiaron el matonaje de Sudestada el 16 de septiembre y que están desarrollando la Coordinadora Unificada de Estudiantes Secundarios.

Del lado de los K, eran muchos menos los estudiantes secundarios. Sin embargo, los que sí estaban con ellos son los que participaron de los actos de la multisectorial kirchnerista de la Capital y que pretenden ahora presentar un proyecto de becas que le sigue entregando al Estado la capacidad de decidir a quién se la entrega y a quién no. Están volcados, junto con la burocracia de UTE, a subordinar la lucha de los explotados de la Capital a la política legislativa del kirchnerismo, que tiene como principal fundamento su alianza estratégica con el macrismo en defensa de una orientación social capitalista para la Ciudad.

El triunfo aplastante de los luchadores en el CECaP tiene que servir de impulso para reforzar la tendencia a la organización independiente de los secundarios, tanto a través de la CUES como de los Centros de Estudiantes en cada uno de los colegios, para luchar por el control estudiantil de las becas, por las mejoras edilicias y la instalación de calefacción, por la defensa de una educación pública laica y gratuita financiada enteramente por el Estado. En ese mismo sentido, es un ejemplo para todos los compañeros del movimiento secundario no sólo de la Capital sino también del Gran Buenos Aires, que tienen como tarea derrotar a las agrupaciones que liquidan a los Centros de estudiantes e intentan convertirlos en apéndices asistenciales de los municipios y las autoridades.