La Fuba no sólo renovó autoridades en forma ordinaria, sino que también resolvió un programa y un plan de acción en un plenario masivo, en el que participaron cerca de 1.500 estudiantes. Todas las resoluciones fueron fruto de una intensa lucha política al interior del frente de conducción, que se desarrolló a través de paneles y comisiones.

El plenario votó una campaña nacional para enfrentar la política anti-educativa del gobierno, coordinando junto a los docentes y estudiantes de todo el país una movilización a la Plaza de Mayo. La Mella-Marea Popular insistió en que no podíamos denunciar un “ajuste” en la educación, ya que “ajustes eran los que hacían gobiernos como el de López Murphy”. Este planteo demuestra, por parte de La Mella, un seguidismo mecánico a los K. El ajuste de estos no tiene todas las mismas características de otros ajustes que lo antecedieron, pero es un ajuste: una transferencia estructural de ingresos de los jubilados y trabajadores a los usureros internacionales y del trabajo al capital. Tras el debate, el plenario votó por amplia mayoría la unidad con la clase obrera para enfrentar el ajuste del gobierno K y los gobiernos provinciales. La Fuba promoverá asambleas, cortes de calle y ocupaciones de facultades el próximo 15 de mayo, cuando pare la CTA.

El congreso también resolvió posicionamientos políticos importantes: rechazo a la reforma judicial reaccionaria del gobierno, que ataca el derecho a huelga, y denuncia de la oposición, que defiende una burocracia de jueces y fiscales al servicio de los grandes estudios jurídicos ligados a las corporaciones capitalistas. La Mella pretendió que el congreso de la Fuba “saludar(a) el debate” sobre la reforma judicial, o sea rendir homenaje al tratamiento parlamentario. El plenario aprobó por mayoría el rechazo a la re-reelección que promueve la camarilla CFK-De Vido. En minoría quedó la moción de La Mella-Marea Popular que apoyaba la convocatoria a una Asamblea Constituyente, sin especificar su contenido, propósito o método de convocatoria. Con estas votaciones, la Fuba reivindicó su carácter independiente del gobierno y la oposición tradicional.

Por último, la Fuba discutió especialmente el relanzamiento de la lucha por la democratización del gobierno universitario, o sea una autonomía política efectiva del Estado capitalista, que vuelve a estar sobre el tapete por la renovación de autoridades prevista para este año. Por unanimidad, rechazó la re-re del rector K Hallú, su reemplazo por el vice Barbieri, también oficialista, o cualquiera de los decanos actuales, cómplices del ajuste y la privatización.

Todas estas campañas serán aseguradas por un funcionamiento periódico de las Juntas Ejecutivas y Representativa, otra de las resoluciones del Congreso.