En el marco de una creciente lucha de los secundarios porteños contra la reforma antieducativa del macrismo, la ministra educativa Soledad Acuña convocó a una reunión a los referentes del conjunto de los colegios para el mediodía del miércoles 20.

 

La reunión tendrá lugar cuando las tomas de los colegios –que comenzaron hace 20 días–ascienden a una treintena, y luego de movilizaciones de miles de jóvenes el 6 y el 15 de septiembre (esta, en el aniversario de la Noche de los Lápices) contra la llamada “Secundaria del Futuro” que precariza el trabajo docente, degrada los contenidos y adapta los contenidos de quinto año al servicio de las empresas.

 

El “diálogo”

 

Luego de la extorsión de la semana pasada, cuando Acuña llamó a una reunión para luego recibir solo a representantes de colegios que no estuviesen tomados (a quienes tampoco dio respuestas), la nueva reunión –que no coloca esta condición– es presentada por el gobierno como un “llamado al diálogo”. Sin embargo, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta ya ha dado a la reforma como algo irreversible, algo que ratifica en el nuevo llamado: “estamos convencidos de que la escuela tiene que adaptarse (…) para que los jóvenes del futuro, tengan un acceso a la información moderno, y estén preparados y a la altura de lo que les espera una vez fuera de la escuela” (La Nación, 19/9) –léase: las pasantías baratas no se tocan.

 

El gobierno que habla de “diálogo” es el mismo que manda a la policía a los colegios e insta a los directivos a “concurrir a la comisaría” en caso de toma, que persigue a los docentes que exigen la aparición con vida de Santiago Maldonado y que difama la pelea de los estudiantes por vía de sus voceros directos y mediáticos.

 

Los secundarios de la UJS-Partido Obrero, que intervienen activamente en el movimiento, han denunciado el carácter ajustador y privatista de la reforma, que –en línea con la negrera reforma laboral que cocina el gobierno– busca poner a los alumnos como mano de obra barata para las empresas y ataca fuertemente las condiciones laborales de la docencia. Es por esto que plantean el rechazo del conjunto de esta avanzada, como defenderán sus referentes en la reunión con la ministra.

 

Cacareo

 

Las corrientes kirchneristas (que conducen la Coordinadora de Estudiantes de Base) plantearon originalmente que no se tomen los colegios “porque las condiciones no estaban dadas”, pero quedaron desmentidos en los hechos por el gran empuje de las bases estudiantiles.

 

En estos días, actuaron como el ave que grita en un lado y en otro pone el huevo: mientras que en la asamblea realizada en la movilización del 15 llegaron a sostener que “si era necesario, tomaban el ministerio”, menos de 24 horas después defendieron, en la reunión de la CEB, que se levanten las tomas a fin de esta semana, para así “hablar pacíficamente” con la ministra. Como ya lo manifestaron días atrás afirmando que la reforma “tiene aspectos positivos”, su orientación de fondo no es el rechazo de plano de la misma, sino apenas ser incorporados en el debate sobre su implementación. Actúan como consejeros de Acuña.

 

En el pasado, estas corrientes entregaron la gran lucha de los secundarios contra la implementación de la “Nueva Escuela Secundaria de Calidad”, la reforma de ajuste que el macrismo implementó hace 3 años en la ciudad, al amparo de la Ley de Educación Nacional del kirchnerismo.

 

Avanti

 

Lo que plantea el ánimo combativo del estudiantado es la continuidad y profundización de las medidas de lucha, con más tomas de colegios y acciones coordinadas con la docencia y los padres, hasta quebrar la ofensiva antieducativa del macrismo.

 

Con este propósito los compañeros de la UJS promueven la realización de un corte de calle en el Obelisco en el momento de la reunión con Acuña y la participación de los secundarios en la marcha educativa del viernes propuesta por la gremial docente Ademys, y convocan a estudiantes, docentes y padres a sumarse al Encuentro Educativo de la UJS y Tribuna Docente el sábado 23 de septiembre.

 

Viva la lucha de los secundarios.