Juventud

18/4/2017

Los terciarios porteños salen a luchar en apoyo a los docentes y contra la represión

El repudio al accionar policial fue el puntapié para asambleas inéditas en los profesorados de Capital Federal.


La represión a los educadores que tuvo lugar el domingo 9 de abril en Congreso conmovió fuertemente en los institutos terciarios de Capital Federal –en los que miles de estudiantes se preparan para ejercer la docencia– y catalizó un rebrote de la lucha del sector.


 


Precedidas por cientos de mensajes y publicaciones en redes sociales en repudio al accionar policial, el lunes siguiente tuvieron lugar asambleas en todos los profesorados, para discutir un plan de lucha en defensa de los docentes. Una gran reacción contra el ajuste y la represión, luego de años sin una intervención relevante de los terciarios en el movimiento estudiantil.


 


En el Joaquín V. González, el terciario más grande de la ciudad, hubo una asamblea multitudinaria, de una magnitud que no se veía hace años. Lo mismo en el Alicia Moreau de Justo, que convocó una asamblea con más de un centenar de estudiantes y docentes.


 


Así se repitió en todos los profesorados, incluso en aquellos que no tienen Centro de Estudiantes: el caso más resonante es el del IES Juan B. Justo donde, a pesar de no tener ningún tipo de órgano estudiantil, los estudiantes convocaron una asamblea extraordinaria en la cual votaron un plan de acción. Entre las resoluciones más importantes de la jornada se destacó una vigilia con ocupación del establecimiento, junto a los secundarios del mismo edificio.


 


Otra de las medidas que también se discutió la mayoría de las institutos fue la de poner en pie clases públicas con corte de calle. Así se votó en el Alicia Moreau de Justo, Normal 4, Normal 1, Normal 5 y el Joaquín, entre otros.


 


Es fundamental reflexionar sobre esta irrupción para las grandes luchas que se vienen. La aparición del movimiento estudiantil terciario en la escena política no fue por la falta de oferta horaria, el abandono edilicio o las reformas de los planes de estudios que degradan nuestros títulos. La masividad de las asambleas partieron del conflicto docente y del avance represivo del gobierno. Este es el punto estratégico para debatir en cada instituto: defender a los docentes es defender nuestra formación.


 


El ataque al salario y a las condiciones laborales de los docentes está íntimamente ligado con lo que sucede en los profesorados. La afirmación de Esteban Bulrich de que “en Argentina hay 1300 terciarios y es muy difícil mantener la calidad de todos ellos” es esclarecedora: refleja la tentativa de cerrar terciarios en nombre de una “mejor calidad”; el desarrollo de la formación continua para fomentar las capacitaciones pagas y la pavimentación de los mecanismos de “evaluación docente” para restringir la oferta de cargos, quebrar los estatutos docentes y consolidar la miseria presupuestaria.


 


¿Cómo seguimos?


 


La lucha docente a nivel nacional es una conflicto estratégico que no se ha cerrado. Desde los terciarios tenemos planteado defender la educación pública codo a codo con nuestros docentes, por el triunfo de su lucha que es la nuestra.


 


En esta pelea, los terciarios tenemos un enorme pliego de reivindicaciones por el que salir a pelear: por el aumento presupuestario, por arrancarle al gobierno edificios propios (de los cuales carecen la mayor parte de los normales), por la triple franja horaria y la defensa de nuestros planes de estudio, entre muchas otras demandas.


 


Para arrancar nuestras conquistas debemos poner en pie una alternativa propia. Vamos a fondo por una asamblea general de la Coordinadora de Estudiantes Terciarios, para que deje de ser un sello burocrático y paralizado y sea la herramienta que unifique a todos los estudiantes terciarios, para votar un plan de lucha por todas nuestras reivindicaciones.