Macrismo disimulado
Lo que dejó el Congreso de Rosario
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secretario ejecutivo de la FUA por la UJS-PO
El fin de semana del 25 y 26 de junio en la ciudad de Rosario se realizó el 29° Congreso de la Federación Universitaria Argentina (FUA). Franja Morada retuvo la conducción de la Federación en un congreso diseñado para disimular su integración a Cambiemos. En el acto de asunción, la presidenta electa se deshizo en promesas de “defender los intereses de los estudiantes, frente al gobierno que sea”, y “luchar por el boleto y el presupuesto”. Sin embargo, lo cierto es que el congreso no resolvió ningún plan de acción para darle continuidad a la lucha universitaria que se desarrolló durante el cuatrimestre.
Este operativo “como sí” contó con el aval de la Juventud Universitaria Peronista (JUP), con quien Franja pactó todos los términos del congreso -fraudes de delegados incluidos. La JUP retuvo la Secretaría General de la FUA y festejó en un plenario del que participó Gioja, líder del PJ que busca erigirse en garante de la gobernabilidad macrista. Allí discutieron una agenda común con la Franja para sancionar una “nueva ley de educación superior”, con miras al centenario de la Reforma de 1918. En manos de Franja y la JUP -es decir, de los rectores radicales y peronistas- esta ley servirá para encubrir los negociados realizados bajo la década K y darle nuevo impulso a la privatización universitaria. La “nueva ley” va en consonancia con la solicitud de ingreso que el gobierno argentino envió a la OCDE, el organismo internacional que es autor de la reforma por la cual Peña Nieto está asesinando a los maestros mexicanos.
La Cámpora y otros agrupamientos K, como el MPE, amagaron con ir a Rosario, pero finalmente definieron no asistir al congreso. No lo hicieron en nombre de un plan de lucha contra el ajuste -que la “FUA paralela” (si es que todavía existe) no impulsa en ninguna facultad-, sino como resultado del fracaso de las negociaciones con Franja y la JUP para obtener una sobrerrepresentación.
Dos estrategias contrapuestas
El congreso mostró, a su turno, el completo seguidismo de un sector de agrupaciones de izquierda a partidos de Estado, como el kirchnerismo y el “socialismo” gobernante de Santa Fe. Con el argumento de “disputar la Secretaría General”, La Mella, el PCR y Sur trabajaron hasta último momento por la formación de un “gran frente anti-Franja” con el MNR y el kirchnerismo que sí fue a Rosario (Nuevo Encuentro, Miles, Evita). Después de largas negociaciones, el frente naufragó ante la negativa del MNR de integrar una lista común con los K. En estas condiciones, este sector de la izquierda selló una alianza con el Movimiento Evita, que rompió con el kirchnerismo en pos de un acuerdo con Massa y De la Sota.
Esta izquierda se ofreció, así, como instrumento de blanqueo para un kirchnerismo desahuciado, que busca reciclarse como una variante “nueva”, de centroizquierda. A esta impostura sumó sus delegados la Juventud Guevarista. Nuevo Encuentro, por su parte, abandonó el congreso y Miles presentó lista aparte -alentados por La Mella, que les prestó algunos votos con el objetivo de desplazar a la UJS de la Junta Ejecutiva. Una jugada que también fracasó.
De nuestra parte, rechazamos de plano estos enjuagues para hacer de la izquierda una cobertura de las fuerzas patronales que colaboran activamente en la aplicación del ajuste. En la previa del congreso y en sus comisiones, la UJS batalló por un reagrupamiento independiente de la izquierda y el movimiento estudiantil combativo. Esta lucha dio como resultado la presentación de una lista del Frente de Izquierda, luego de que Izquierda Socialista decidiera romper su alianza con el PCR y La Mella. Otros grupos, como Cauce (COB La Brecha), rechazaron esta perspectiva.
Perspectivas
A través de una intensa lucha política, la UJS logró revalidar su presencia en la Junta Ejecutiva de la FUA. Desde este lugar ganado, abordaremos ahora las elecciones que se realizarán en la segunda parte del año. Para preparar esta pelea la UJS realizará campamentos y plenarios de invierno en todo el país y así organizar la continuidad del plan de lucha e impulsar listas independientes en los centros de estudiantes y congresos de federaciones.