Juventud

30/8/2023|1675

Milei, ajuste peronista y juventud: las claves políticas de un estudiantado que discute

Los pasillos de los lugares de estudio de CABA discuten. No se puede enfrentar a Milei sin pelear hoy contra el ajuste de Massa.

Asamblea en Exactas

La victoria de Javier Milei en las Paso generó un cimbronazo en la juventud. La posibilidad de que una fuerza ultraderechista, negacionista, antiderechos y represora llegue a la Casa Rosada es un tema de debate recurrente en los lugares de estudio. Más cuando el gobierno actual, que se jacta de enfrentar a la derecha, lleva adelante un programa de ataque a las masas trabajadoras de una forma muy meticulosa: habían pasado poco más de 12 horas de los resultados oficiales y ya estábamos en presencia de una devaluación del ministro y candidato del oficialismo, Sergio Massa, seguida de tarifazos y un plan tallado a mano por el FMI. Las “medidas” anunciadas para realizar una especulación electoral equivalen a la nada: cifras menores, no extendidas a toda la población y a cuenta de futuros aumentos.

Esta situación empezó a desprender acciones del movimiento estudiantil que, con asambleas o instancias organizativas, salió estas semanas del inmovilismo. Lo dicho no es un objetivo en sí mismo: tenemos que estudiar hasta qué punto eso puede traducirse en un movimiento de lucha mientras empujamos, con nuestra intervención, que eso ocurra. Pero el arranque frente a un momento de pasividad estudiantil es un punto de apoyo indudable.

Los hechos

En Veterinaria, Farmacia y Bioquímica, Exactas de la UBA, Movimiento y Visuales de la UNA, Joaquín V. González (JVG) y el Emad de Terciarios realizaron asambleas frente a la situación política nacional. Al cierre de esta edición, todavía falta realizarse la asamblea de Sociales y la “reunión abierta” de Filosofía y Letras de la UBA (ver aparte). No es casual, en esa lista, que la mayoría de estas iniciativas hayan sido llevadas adelante principalmente por la UJS que, a los pocos días de la elección, salió a agitar con un volante que decía “Enfrentar a Milei es una necesidad, abajo el ajuste de Massa y el FMI, asambleas en todos los lugares de estudio”. En todas las facultades en las cuales no hubo una instancia de este tipo, la UJS impulsa su campaña activa para su realización.

En el JVG, con una asamblea de las más grandes y con más activismo del año, se votó una resolución política que denuncia el plan de privatización de Milei pero también el ajuste de Massa y el cierre de los institutos que hoy impulsan el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y su ministra Soledad Acuña. La exposición de ambos elementos no sólo es correcta sino también necesaria: el candidato fascista se abre paso sobre la base de denunciar el fracaso de un régimen político, algo provocado (aunque Milei solo haga foco en “la casta”) por el interés de clase defendido por quienes gobernaron las últimas décadas, que hoy se materializa en el plan de Massa y el Fondo. También votó un plan de clases públicas y de jornadas de refutación de los planteos de los liberfachos. El Emad se pronunció por una gran movilización contra la privatización de la cultura, que tendrá una movilización grande al ministerio en una jornada de lucha junto a los trabajadores del sector, en conjunto con una defensa del instituto y sus condiciones edilicias.

En Veterinaria (UBA) se resolvió continuar el proceso asambleario y empalmar con los estudiantes de Agronomía y activistas barriales, así como Farmacia (UBA) se enlazó con los docentes de AGD-UBA para impulsar acciones en defensa de las carreras y contra el ajuste en la Universidad. La UJS llevó a ambos centros, como su conducción, un planteo claro: los planteos defensivos contra un potencial gobierno de Milei tienen que ir de la mano con los reclamos de más presupuesto actual, arraigado con las reivindicaciones de los estudiantes que rechazan los cupos o el cierre de las carreras: el rechazo al programa de la ultraderecha no implica una defensa del ajuste universitario.

En Movimiento y Visuales de la UNA, de la mano del BUM y el VOL, las asambleas votaron iniciativas propias en defensa de la educación y contra los recortes, apuntando a situaciones muy importantes: es clave que los centros se fundan con los reclamos de los sectores de la clase obrera, como la pelea por los trabajadores de la cultura.

Todas las instancias votaron alimentar el movimiento, con difusión en las facultades, pintadas, convocatorias y nuevas instancias de deliberación. También el apoyo a la pelea contra el cierre del Conicet y el ajuste en la Ciencia. Más allá de las peleas generales, algunas de las instancias dejaron elementos políticos que son, a su vez, de profundo interés.

La “Franja-moradización” de los K

Uno de los datos, relativamente obvio, del proceso es la ausencia total ya no de un plan de lucha sino de cualquier tipo de debate por parte de las fuerzas del Rectorado: la asamblea de Sociales, por ejemplo, es ignorada por la conducción del Cecso (UES-PJ). No obstante, las organizaciones kirchneristas buscaron intervenir y convocar con el objetivo de convertir el descontento en un voto a Massa, sin revisar ni por asomo su rol en el ajuste: así intervino Identidad (La Cámpora) en Exactas y La Caravana (Patria Grande) en el JVG.

Ahora, más allá de este intento de sacar ventaja desde lo electoral, el kirchnerismo da la nota en Filosofía y Letras, histórico bastión de grandes luchas estudiantiles, que verá el jueves no una “asamblea” sino una “reunión abierta”. La elección del significante no es sólo del campo de la semiótica: hay un intento de bajarle el precio a la organización estudiantil y llamar instancias que sean un saludo a la bandera, no resolutivas. El argumento sería la baja participación estudiantil en una asamblea. El problema no es deslegitimar esta consideración por falsa, sino por llevar a una conclusión sospechosamente errónea: el Cefyl es el que tiene que fomentar la participación, no convocar a instancias que anuncian poco y nada.

Pero el problema, de fondo, es otro: hoy el kirchnerismo ha decidido jugarse de lleno a aliarse con las gestiones, en modelo radical, franja-moradizado. No es azaroso que en Filo vengan de un golpe grande, cuando presentaron un proyecto para que la gestión pueda recortar los horarios de materias dejando afuera a cientos de estudiantes que trabajan, que se dio el otro día con una movilización extraordinaria que tuvo a la banca del Consejo de la UJS a la cabeza de la lucha. Si alguien, entre ajustar horarios o estar con los pibes, elige lo primero, no contará con nosotros.

Izquierda y sectarismo

Una pequeña nota del asunto la dio, una vez más, el PTS. Esta agrupación o no participó o lo hizo disminuidamente en la mayoría de las instancias. Pero, sin tomar nota del caso, acusó a la agrupación Antídoto (UJS + Independientes) en Farmacia de “ser igual que Nuevo Espacio”. ¿No puede notar esta agrupación, la diferencia abismal que se ve entre impulsar un movimiento de lucha y ser absolutamente funcional al ajuste nacional y universitario? Pero no hablamos de un error: la política de la UJS, impulsando iniciativas en todos los lugares, tiró por la borda las acusaciones de esta agrupación, que planteó que los centros y la UJS no fomentan la organización, cuando fueron los que se movilizaron en noviembre pasado contra el fraude en la Fuba, las que en la Facultad de Derecho se plantaron contra las patotas de la Franja, etc. Cuando una organización se equivoca no conviene retrucar el error, sino recalcular.

Frente a las asambleas, al PTS no le interesó desarrollar un movimiento contra el peligro de Milei y el ajuste del gobierno de Massa, sino que optó por una intervención ultimatista planteando el apoyo de las asambleas a la lista del Frente de Izquierda (su moción de Visuales UNA, por ejemplo, planteaba: ” de 27 listas presentadas, sólo 5 pasaron a octubre y únicamente el Frente de Izquierda se opone al ajuste a los trabajadores, al pago al FMI y el sometimiento a sus políticas y de los empresarios”). Frente a la conmoción política que generó en el activismo esta situación el PTS sigue mirándose el ombligo en vez de aportar en la organización de movimientos de lucha que claramente tienen que integrar a aquellos que no votaron ni votarán al Frente de Izquierda.

El voto al Frente de Izquierda juega un papel clave como punto de apoyo para un reagrupamiento de independencia de clase, pero no puede suplantar la necesidad de poner en pie un movimiento en el que tendremos que pelear por esa expresión contra las corrientes de la burguesía.

¿Cómo seguir?

Los desafíos son grandes. La UJS propone un frente único estudiantil con todas las organizaciones que quieran luchar contra el avance de Milei y el ajuste de Massa para continuar el proceso de asambleas e impulsar las tendencias combativas preocupadas por la situación política. Eso partirá de unirse a la clase obrera, que tendrá dos instancias claves en el campo educativo: el Cabildo Abierto de AGD-UBA y la jornada en defensa de la educación de los docentes el 6/9. Además, esto implica apoyar a rajatabla las iniciativas de lucha generales, como el Frente de Lucha Piquetero, que ya se pronunció por una gran movilización con todas las organizaciones que quieran sumarse.

Además, esto implica atar las peleas de fondo con las luchas particulares de cada sector o facultad. Tenemos el desafío de empalmar con el movimiento de la cultura preocupado por futuros ataques de Milei y los presentes ataques del gobierno, como hacen el Emad, el Cedam (Artes en Movimiento) y el Ceavi (Artes Visuales). Lo mismo pasa con la sanción de la Ley de Danza y la pelea por la defensa de la reserva en Exactas (en la asamblea intervino  “Micelio”, una agrupación que surge de la asamblea por esta pelea), así como también las luchas barriales y ambientales de Vete-Agro.

Continuar el movimiento implica también buscar influir políticamente de lleno en el movimiento estudiantil. La UJS lanzará, a nivel nacional, el curso “El marxismo frente al liberalismo y el fascismo”, para aportar en la formación de la juventud no para discutir por discutir sino para transformar. A su vez, buscará con sus reuniones abiertas y sus puntos de reagrupamiento pelear por el voto al FIT-U.

Esta campaña toma trascendencia como una necesidad. Cuando la clase obrera y la educación están en peligro, cuando a la juventud le quieren robar el futuro, sumarse a militar es una necesidad.

https://prensaobrera.com/universidad/milei-el-adoctrinamiento-y-el-ataque-a-la-militancia-universitaria