Juventud

9/11/2021

Neuquén: Colegio Amen contra la ESI

Nueva muestra del oscurantismo y autoritarismo de la educación confesional.

En la escuela primaria del colegio evangélico Amén se entregó un folleto a sus estudiantes que entre varias frases decía: «Sí a ser mujer o varón según dios me creo y chau toda idea falsa sobre mi sexualidad», «Sí a la obediencia y chau al hago lo que quiero».

Se trata del mismo colegio que ya tuvo un sumario en 2018 por no cumplir con los contenidos de la ley de Educación Sexual Integral, con una notificación de la Defensoría del Niño, la Niña y el Adolescente por una situación de discriminación y el maltrato durante una charla en el SUM por parte de Agustín Laje y Nicolás Márquez a las estudiantes, que los cuestionaron por criticar la ley de Identidad de Género en nombre del “derecho natural”.

Las autoridades del colegio religioso se ampararon en que la propia ley, sancionada bajo el gobierno de Néstor Kirchner, establece en su artículo 5º que cada institución adapte los contenidos de la ESI según «su realidad sociocultural, en el marco del respeto a su ideario institucional” y a “las convicciones de sus miembros”. Este artículo fue introducido en la ley de ESI para no ‘’incomodar’’ a los sectores clericales y reaccionarios.

En los colegios privados, y en particular los católicos, la materia de “Educación para el amor” (así la llaman) está al frente de curas y monjas que enseñan abiertamente que “la única forma de cuidado es no tener sexo hasta el matrimonio” y que “la homosexualidad y el aborto son un pecado”. Una educación que está basada en la discriminación contra las diferencias, el sometimiento y en la idea del sexo como pecado.
Para la juventud, ese vacío que genera el no acceso a información más que necesaria sobre los vínculos, la corporalidad, la sexualidad y la autopercepción y demás temáticas, es llenado por contenidos que son impartidos de manera, directa o indirecta, por el Estado a través de la educación oficial, las redes sociales, las series, las películas, otros recursos como la pornografía, las propagandas, con la acción clave de las Iglesias como en este caso, con sus preceptos oscurantistas clericales que imponen las formas de organización tradicionales de la familia, los roles de género y sus funciones sociales.

Es así como se educan generaciones enteras en una modalidad de relaciones atravesadas por la violencia (predican la obediencia ciega que en el caso de la familia implica el sometimiento de la mujer y las y los hijos, y finalmente el de todos ellas/os al cura o pastor de turno).
Hace 15 años que se sancionó la ley de Educación Sexual Integral, tiempo más que suficiente para hacer un balance sobre su aplicación y sus límites. Desde antes del 2006, les estudiantes y docentes reclaman una ESI laica y científica para abordar la multiplicidad de situaciones que se presentan día a día, en un país donde las cifras de femicidios y crímenes de odio crecen de manera alarmante y donde la denigración de las mujeres y diversidades sexuales y de género son moneda corriente, y las niñeces son un blanco de abusos y violencias.

Un paso concreto vale más que mil programas. Sigamos el ejemplo de les pibes del Cpem 12.

La noticia del volante del colegio Amen aparece luego de los cortes, las movilizaciones y denuncias en los medios que realizaron les estudiantes del Cpem 12 estatal, quienes aseguraron ser víctimas de abuso y acoso sexual por parte de otros compañeros de la misma institución, situación que venían reclamando desde hace años a las autoridades para que tomen medidas no solo pidiendo que la institución tome la responsabilidad frente a la situación sino también reclamando la implementación de la ESI al Consejo de Educación. Finalmente, la lucha de este colegio expresa la necesidad de contar con ESI efectivamente en las escuelas y luchar profundamente por la separación de las Iglesias del Estado.

Al día de hoy es indiscutible dentro del movimiento estudiantil secundario que la ESI que necesitamos tiene que ser laica. Aunque lo quisieran borrar no podrían hacerlo. Esta consigna se volvió bandera y tuvo un rol protagónico en la marea verde del 2018 donde a través de los pañuelazos, acciones callejeras, cortes de calles y tomas de escuela se consagrara como la vanguardia más radicalizada por este derecho, lo que permitió colocar con más fuerza y a un alcance nacional la situación en las escuelas. Se destapó una olla que revolucionó las escuelas.
No quedan dudas que la lucha y la organización es el camino, que la lucha por la implementación de la ESI sigue más vigente que nunca. Es hora de que volvamos a organizarnos de forma masiva por este reclamo, luchando de forma independiente del Estado y las Iglesias. Vamos por una ESI efectivamente laica, científica y respetuosa de las diversidades.