La masificación de las tomas de colegios con 2.500 estudiantes movilizados, el apoyo activo de la comunidad y el fracaso de los punteros del PAN (MPN), sumado a un gobierno agobiado por el repudio popular y las agudas disputas de camarillas, obligaron al Consejo Provincial de Educación a derogar la resolución 424/06 y al gobierno a sentarse a “negociar”. Esta resolución represiva autorizaba la presencia de policías en los colegios secundarios.

 

La Coordinadora de Secundarios (Cues) rechazó la resolución y exigió al gobierno una solución inmediata a los problemas edilicios; a la falta de materiales de trabajo para las técnicas; más becas, y comedores con comida caliente (las viandas que llegaban en descomposición eran pagadas por el Ministerio de Educación al infladísimo precio de 7 pesos). Sólo obtuvimos promesas y algunas reparaciones mínimas.

 

La estrategia del gobierno es dividir el movimiento, negociando por separado con cada representante y tapar algunos baches. En respuesta, la Cues ha reafirmado la unidad. En oposición a la presencia policial la Cues plantea la contratación de auxiliares de servicio en blanco, en planta permanente.

 

Además, repudiamos un proyecto de ordenanza municipal (del intendente Pechi Quiroga, jefe de campaña electoral del Frente Cívico para la Victoria) que busca prohibir la presencia de los jóvenes en el centro a la noche y hasta la reunión de grupos de más de tres personas (¡como en la dictadura!).

 

Se suman cada vez más colegios a la lucha, se forman comisiones de padres y se abre la lucha en otras ciudades, como Plottier o Centenario. La Cues está discutiendo seriamente, en función de este paso adelante, una estrategia política en base a un plan de lucha y un programa, que incluya una delimitación del kirchnerismo a partir de la lucha contra la Ley de Financiamiento Educativo. La lucha estudiantil avanza porque los colegios se están politizando.