Juventud

8/6/2006|949

Neuquén: Los secundarios nos reorganizamos

Para ir por lo nuestro


Los estudiantes secundarios de Neuquén acabamos de cerrar, contra nuestra voluntad, una lucha que daba para mucho más.


 


Al calor de la lucha docente y prácticamente en el último tramo de ésta, cuando el gobierno pretendía ejecutar un acta firmada con la directiva del gremio docente en sus términos, los docentes lanzaron nuevas medidas de fuerza.


 


Como elemento de presión, una fracción de estudiantes agrupados en “La Jauretche” y vinculados a la directiva docente ocuparon el Colegio San Martín, donde dirigen el Centro.


 


En esta lucha, tras el reclamo de la derogación de la resolución 424 del Consejo Provincial de Educación, que permitía que haya policías armados en las escuelas realizando tareas de vigilancia y control se fueron sumando otras demandas: refacciones de edificios, construcción de algunos establecimientos, boleto estudiantil, viandas, gimnasios, etc.; lo que sumó nuevos colegios. Así, 15 días después que el San Martín iniciara la protesta, más de 25 colegios mantenían medidas de fuerza, quince de ellos tomados.


 


Cerrado el conflicto con los docentes, el gobierno, ante el riesgo de que se extendiera la rebelión estudiantil que ya había protagonizado una marcha con más de 2.500 estudiantes, derogó la resolución, maniobrando con una nueva ordenanza que plantea que la vigilancia será resuelta por cada comunidad educativa y la negociación por el resto de los reclamos sería abordada colegio por colegio.


 


Con los docentes ya dando clase, los aprendices de burócratas de “La Jauretche”, como un calco de lo realizado por sus mentores, los dirigentes de Aten, se apresuraron a aceptar las condiciones del gobierno y a levantar las tomas, lo que generó una crisis en la dirección estudiantil, que hoy está totalmente dividida y la Cues, central que nucleara a miles de estudiantes, en proceso de disolución.


 


La maniobra del gobierno, que en medio de su crisis retrocede golpeando, introduce un elemento de división en la comunidad educativa y en el movimiento estudiantil, habilita a los colegios que así lo resuelvan a mantener el sistema de vigilancia y, lo que es más grave, descentraliza la negociación para no dar respuesta al resto de los reclamos.


 


El movimiento secundario pugnó por rechazar este acuerdo y continuar la lucha, pero en estas condiciones, momentáneamente, ésta ha refluido.


 


La UJS, que debatió este balance en la última reunión con representantes de distintos colegios, impulsa en una recorrida con compañeros independientes un reagrupamiento de los estudiantes independiente del gobierno y de las direcciones que actúan en el seno del movimiento estudiantil respondiendo a intereses que no son los nuestros.


 


Nos reorganizamos por:


 


* Triplicación del presupuesto educativo.


 


* Viandas y becas para todos.


 


* Boleto estudiantil gratuito (secundario, terciario y universitario).


 


* Fuera la Policía de todos los establecimientos educativos.