Este año, la UJS, presentó listas tanto para el Centro de Estudiantes como para el Consejo Académico y el Consejo Superior en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN) de la ciudad de Olavarría. Ganó por un escaso margen -52% a 45% de nuestra lista La Revuelta- la actual conducción kirchnerista del Centro de Estudiantes.

En esta disputa con el kirchnerismo, que es dirección del Centro desde el 2012 con su agrupación UNESO, La Revuelta –formada por la UJS y compañeros independientes-, conquistó cuatro secretarías y la consejera académica.

Este año, la directiva del Centro le dio la espalda a todas las luchas que los estudiantes encabezaron, con una política de vaciamiento y parálisis y el seguidismo a una gestión que se alineó con el ajuste.

No convocan a una reunión de Centro desde junio del cuatrimestre pasado.

Tampoco han mostrado balances de ingresos y egresos, ni informan sobre las resoluciones de ninguno de los órganos de cogobierno y tuvieron una escasa participación en la lucha por el Boleto Estudiantil Gratuito (BEG) en la ciudad. En sintonía con La Cámpora, rompieron con la Coordinadora local por el Boleto.

Lo mismo sucedió en las batallas que dimos las mujeres. Asistieron a las marchas por el Ni Una Menos pero sin impulsar ninguna política en la universidad ni convocar a los estudiantes a concurrir. No concurrieron a la asamblea que se realizó en nuestro campus exigiendo Justicia por Lucia donde participaron más de 150 personas.

Y ni siquiera llevan adelante los reclamos que los estudiantes plantean en relación a los recurrentes problemas que existen con cátedras y con la implementación del nuevo plan en la carrera de Comunicación Social. Son receptores de quejas, pero no impulsan acciones concretas para mejorar las condiciones de estudio.

Aceptaron el aumento en el precio del menú estudiantil y celebraron el escaso aumento del 32% en las becas universitarias que llegan hoy a la irrisoria cifra de $1200 pesos mensuales. La UJS salió a pelear en el Consejo Académico contra los recortes que sufrimos a principio de año en el programa Progresar, ante la inacción de los representantes.

También fuimos impulsores de la Asamblea de Estudiantes en apoyo a la lucha docente en el primer cuatrimestre. Desde ese espacio, surgido ante la necesidad de luchar por la educación pública y la universidad, es que comenzamos a plantear la necesidad de conformar una alternativa a la UNESO y de recuperar los espacios de representación estudiantil para luchar por las necesidades reales de los estudiantes.

Así se conformó La Revuelta, sobre la base de un debate político y bajo acuerdos programáticos, y logramos que los estudiantes de la Facultad vieran la necesidad que existía de tener un Centro independiente y de lucha.

Fue, junto con estos compañeros y compañeras independientes, con quienes levantamos una plataforma con propuestas que daban respuestas a estas necesidades, debatidas con los estudiantes en las cátedras, en plenarios y asambleas, logrando que el debate político retornara a los pasillos de la Facultad.

Si bien el kirchnerismo logró retener la conducción del Centro, no les resultó tan fácil como el año pasado, cuando fueron con lista única. Esta vez debieron enfrentar una alternativa de lucha. Se abre ahora una nueva etapa en nuestra facultad, donde la UJS y La Revuelta, como construcción política, tienen un campo amplio para intervenir, seguir organizando y desarrollando una alternativa política que luche contra el ajuste a partir de los lugares conquistados.