Para derrotar a Macri
Un 16 de septiembre masivo y de lucha
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Después de varias semanas de negarse a reconocer el reclamo de los estudiantes secundarios, el gobierno de Macri ha debido, muy a su pesar, cambiar parcialmente de política. Esto quedó en claro en el informe brindado por el ministro Narodowski en la Comisión de Educación de la Legislatura donde prometió, de palabra, que el gobierno porteño asignaría una nueva partida de alrededor de 15.000 de becas.
El ministro tuvo que hacer ese anuncio a la defensiva, ante la requisitoria de la numerosa delegación de estudiantes secundarios presentes que, en todo momento y con mucho rigor, denunciaron el estado calamitoso de los colegios, la reducción de la partida de becas y el carácter rabiosamente represivo de la política oficial. Concluida la reunión y como era de esperar, el Gobierno de la Capital responsabilizó esta tarde a “estudiantes secundarios del Partido Obrero y otras agrupaciones de izquierda” por los incidentes en la exposición de Mariano Narodowski en la Legislatura porteña” (Infobae, 9/9). Pero ya no engañan a nadie. Es sólo una maniobra para cubrir su derrota política y moral.
Una lucha en pleno ascenso
La promesa del gobierno de entregar una nueva partida de 15.000 becas es el reflejo de que la lucha de los secundarios sigue en ascenso. Cada vez más compañeros se suman a las ocupaciones, asambleas y procesos de organización en sus propios colegios. Las tomas del Rawson y de la Media 2 de Soldati dan cuenta de esto; así como también la reunión de más de 250 estudiantes de casi 60 escuelas de la Capital que el sábado pasado resolvió un extenso plan de lucha y movilización.
El gobierno macrista debe haber llegado a la conclusión de que su política de rechazar de plano todos los reclamos de los estudiantes no hacía más que extender y profundizar el movimiento de lucha. La reunión del jueves 4 de septiembre, por ejemplo -con funcionarios de segunda línea del Ministerio de Educación de la Ciudad que no dieron respuesta alguna a los reclamos-, fue contestada con el plan de lucha votado en la masiva reunión del sábado. Macri y Narodowski temen a una huelga general de los secundarios, cuando tienen un conflicto con los docentes de la Ciudad y una rebelión de la docencia impactante cruzando el Riachuelo y la General Paz.
Abajo la represión
Pero si el gobierno de Macri finalmente se ve obligado, a los efectos de descomprimir la situación de lucha que se ha creado en la ciudad, a entregar la tanda de 15.000 becas prometidas buscará, de todos modos, dejar en pie el andamiaje represivo implementado en las últimas semanas contra los secundarios y sus organizaciones, especialmente lo que tiene que ver con la ilegalización de las ocupaciones de colegios, la implementación del régimen de amonestaciones y la eliminación de los Consejos de Convivencia.
Para el movimiento estudiantil, la lucha contra las medidas represivas del gobierno es tan o más importante que la pelea misma por las becas. Se trata, nada más ni nada menos, que del futuro mismo del movimiento como lo demuestra el hecho de que si finalmente se logran conseguir las 15.000 becas anunciadas se deberá exclusivamente a las ocupaciones de colegios y a las movilizaciones.
La dupla que forman Macri y Narodowski tiene perfecta conciencia de esto y es por eso que no quiere retroceder de su política represiva. Pero después de todo ello, tampoco querían retroceder del recorte de becas y ahora debieron anunciar un nuevo plan. Está claro que si vamos a fondo en la lucha, el gobierno no tiene condiciones para imponer su política.
Por un 16 de septiembre masivo y de lucha
La lucha librada hasta el momento ha colocado al gobierno a la defensiva, lo cual obviamente no es poco. De todas formas, los reclamos planteados todavía no han sigo conseguidos. La promesa de 15.000 nuevas becas por ahora es sólo de palabra y sólo con la lucha podrá ser efectivizada. Pero incluso en el caso de conseguirse estas becas, quedan por conquistar el resto del petitorio y, por sobre todo, lograr la anulación de las disposiciones represivas.
Todo lo expuesto muestra que, lejos de aflojar, tenemos que pisar a fondo el acelerador. Tenemos por delante un plan de lucha votado unánimemente por lo que el 16 de septiembre, promete ser de masas, con la participación de todos los secundarios y también de los universitarios contra los Macri y los Kirchner, es decir contra todos los gobiernos que reprimen y destruyen la educación.