El viernes pasado se realizaron las elecciones del Parlamento Joven de Merlo, regenteadas por el aparato del PJ local.

En la ordenanza 7350/16 presentada por el bloque de Cambiemos y aprobada por el Concejo Deliberante (el menendismo incluido) se pretende promover una participación juvenil impulsando una pantomima de Concejo Deliberante.

Los mismos sectores políticos que aprobaron esta ordenanza son los que nos niegan a los jóvenes el boleto educativo gratuito conseguido a partir de movilizaciones masivas, cuya implementación fue cajoneada por el kirchnerismo y por Vidal.

Son los mismos sectores que promovieron la ley de empleo joven que garantiza la explotación y precarización laboral de adolescentes. Son los mismos que nos obligan a cursar en escuelas que se caen a pedazos por el ahogo que sufre el presupuesto educativo. Son los mismos que nos niegan el derecho a acceder a una educación sexual científica. Además de ser los responsables políticos de la descomposición social, que hace que la juventud no vea una salida a la miseria, la pobreza y la marginalidad.

Al mismo Concejo Deliberante venimos reclamando la aprobación de un proyecto de ordenanza por el boleto educativo gratuito distrital, presentado por nuestra banca. A su vez, son innumerables los casos de gatillo fácil que quedan impunes porque el Estado encubre a los culpables. Las mismas fuerzas de seguridad son las que garantizan la represión a las juventudes que se organizan y luchan en las calles.

El Partido Obrero y el Frente de Izquierda dan la pelea junto a la juventud que estudia y trabaja, luchando por la compatibilidad del Potenciar Trabajo con las Becas Progresar y su aumento y apertura, por mejoras edilicias en las escuelas y contra la precarización laboral.

Para transformar la realidad no debemos poner expectativas en los partidos políticos patronales si no organizarnos y luchar por nuestras reivindicaciones. La salida a los problemas de la juventud se va a dar a través de la organización independiente del Estado y los partidos de los patrones, no con ordenanzas que son una lavada de cara de quienes aplican el ajuste.