Juventud

11/5/2022

“Plan Empleo Joven”: Larreta subsidia a empresas para que precaricen a la juventud

No constituye una salida al desempleo.

Foto: GCBA

El gobierno de CABA anunció un programa para que “10.000 jóvenes accedan a un trabajo”. Se trataría de un subsidio por parte del presupuesto porteño destinado a empresas radicadas en la Ciudad para que contraten jóvenes de 18 a 24 años y con un mayor incentivo si se trata de trabajadoras o si son del sur de la Ciudad o de villas o asentamientos.

En la actualidad, según el Indec, en CABA, un 24% de la población activa se encuentra desocupada, subocupada u ocupada pero buscando trabajo. Los porcentajes se incrementan entre las mujeres, entre los jóvenes y entre la población de los barrios del sur, particularmente las comunas 4 y 8 y en las villas de la Ciudad.

Este plan no revertirá esta situación y costará varios cientos de millones al presupuesto de la CABA que irán a parar al bolsillo de empresarios. En primer lugar, no garantiza la estabilidad laboral de quien se contrate: la empresa podrá despedirlos cuando quiera. Esto queda incluso explicitado en la normativa que regula el plan.

A la vez, el propio plan habilita a que la empresa beneficiada despida sin causa a trabajadores con antigüedad. Solo prohíbe el acceso al beneficio a aquellos que despidan a más del 15% del personal. Pero si despiden al 15% pueden ser beneficiarios. De esta manera, las empresas podrán deshacerse de trabajadores con mayores salarios, teniendo la indemnización financiada por el Estado porteño.

Por otro lado, la remuneración del trabajador estará determinada por el salario mínimo o por el salario de convenio. Sin embargo, es usual que las empresas tengan artilugios legales para encuadrar a trabajadores fuera de convenio, siendo de esta manera que el gobierno de Larreta pagaría el 100% del salario del trabajador, ya que ese sería el monto destinado a trabajadoras mujeres del sur de la Ciudad.

A fin de cuentas es una transferencia millonaria del presupuesto de la Ciudad a los empresarios para que sigan explotando y precarizando a la población trabajadora. Se trata de una impostura por parte de un gobierno que no tiene como propósito promover el trabajo genuino sino todo lo contrario: es el gobierno de los 18.000 contratados en la propia planta municipal, del desfinanciamiento educativo, de la pasantías esclavizadoras para estudiantes secundarios, el que niega el pase a la carrera profesional a las enfermeras y el que permitió el despido de una trabajadora embarazada del Teatro Colón, quien logró su reincorporación fruto de la lucha.

En la Ciudad y en el país necesitamos una reorganización laboral a partir de la generación de empleo genuino impulsando obras públicas, viviendas populares y el desarrollo industrial y tecnológico del país, con un reparto de las horas de trabajo entre ocupados y desocupados, respetando los convenios colectivos y con salarios iniciales iguales a la canasta familiar. La generación de trabajo genuino no vendrá de la mano de quienes votan acuerdos con el FMI sino provendrá de una alternativa de los trabajadores.