Pongamos en pie frentes de izquierda para enfrentar al gobierno y las autoridades
Elecciones universitarias en la UNLP
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Las elecciones universitarias de centros de estudiantes y consejeros directivos que tendrán lugar los próximos 6, 7 y 8 de noviembre en la ciudad de La Plata presentarán una clara particularidad, ya que se darán en el marco de las elecciones de rector y autoridades.
Durante estos últimos años se ha producido el avance de una política de privatización en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Esto ha tenido su expresión en la profundización de la Ley de Educación Superior y las acreditaciones a la Coneau, en distintas carreras como Naturales y Medicina, donde se han aplicado todo tipo de restricciones, tanto al ingreso como al egreso. Por otro lado, de los 1.200 docentes que dan clases en la universidad, más de 400 lo hacen en forma interina, es decir sin haber sido concursados. Esto ha quedado demostrado crudamente en el Colegio Nacional, donde el personal docente interino supera el 45%. A esta situación, debemos agregarle los más de 600 trabajadores no docentes precarizados.
La política del Rectorado, también, ha quedado en evidencia a través de las reformas de los planes de estudios en distintas facultades, que han avanzado en la privatización de contenidos mediante el vaciamiento de las carreras de grado por medio de posgrados arancelados inaccesibles para los estudiantes. Todas las obras realizadas en los últimos años se han llevado adelante mediante planes de financiamiento externo. Esto quiere decir que el dinero para las nuevas construcciones no ha salido del presupuesto universitario, sino de partidas especiales otorgadas mediante acuerdos con los gobiernos provincial y nacional. Esta forma de financiamiento (que forma parte de una política impulsada por el Banco Mundial) ha reforzado los compromisos de las camarillas con los gobiernos, quitándole a la universidad todo su contenido crítico. Esto se vio claramente en el papel encubridor que jugó el rectorado de la universidad durante las inundaciones del 2 de abril, para salvar a los responsables políticos de este crimen social.
Frente a este cuadro de avance privatista por parte de las camarillas se presenta una fuerte contradicción: la Fulp, que se reclama de izquierda, no ha sido un factor de organización del movimiento estudiantil para enfrentar al gobierno y al rectorado. Por el contrario, existe una política de adaptación de las organizaciones que dirigen la Fulp a las camarillas en las distintas facultades. Esto se expresa en los acuerdos de la Copa-Frente Darío Santillán con el decano "progre" de Humanidades Aníbal Viguera, o en los compromisos de Libres del Sur con las camarillas radicales del Rectorado.
La propuesta planteada por la UJS, de realizar un congreso ordinario el año que viene (previo a la asamblea universitaria) en función de organizar al movimiento estudiantil para enfrentar la asamblea universitaria, va en la dirección de sacar a nuestro gremio de la profunda parálisis en la que se encuentra. La Copa-Frente Darío Santillán se negó a la propuesta, acentuando el vaciamiento de la Federación.
Las camarillas radicales, peronistas y "progresistas" han tejido un pacto para colocar a Perdomo (actual vicerrector de la universidad) como candidato a rector en la próxima asamblea universitaria. Este pacto también tiene su pata estudiantil, mediante Libres del Sur, que participó del acto de proclamación de la candidatura.
Frente al intento de convalidar una asamblea universitaria para continuar y profundizar la política de privatización llevada adelante por Tauber (actual rector de la universidad), desde la UJS-Partido Obrero llamamos a la constitución de frentes de izquierda contra el gobierno y las autoridades, sobre la base del rechazo a la candidatura de Perdomo y la oposición a la elección de los decanos que son responsables de la aplicación de la Ley de Educación Superior en la universidad.
Las próximas elecciones universitarias deberán preparar al movimiento estudiantil para la lucha contra las camarillas, las que pretenden perpetuarse para profundizar una política de ajuste y privatización en la universidad de La Plata.