Quien recorra los diarios de los últimos días se enterará de que las elecciones de Centros de Estudiantes se han convertido en obligatorias por disposición del Estado, sin ofrecer el menor reparo de los “liberales” de UPAU y de Franja Morada, ni tampoco de los más democráticos de la izquierda. Se ha dado con esto un paso en la estatización de los centros, como ya ha ocurrido con la anulación de la autonomía universitaria. En la Argentina existe la coacción del voto (un verdadero contrasentido), de modo que se puede decir que la “democracia” se aplica por la fuerza.

La función de esta “obligatoriedad” es poner en minoría al movimiento estudiantil, es decir, al estudiantado que se organiza y lucha, dentro de los centros de estudiantes. A partir de aquí, la dirección de los centros podrá quedar constituida por los enemigos de principios del movimiento estudiantil y de los centros. De órganos de lucha podrán pasar a ser oficinas de la reacción y del Estado. Luego de la pérdida de la autonomía universitaria se pasará a perder la autonomía de la propia organización estudiantil. Los centros podrán transformarse, de órganos que declaraban su enlace con los trabajadores, en agencias del capital. El gobierno “democrático” ha encontrado el “mecanismo” para estatizara la organización estudiantil.

La JP y el PI se han convertido en muchas facultades en cómplices de esta maniobra. Violan doblemente la democracia. Primero: para convertirse en los representantes estudiantiles dentro de una institución digitada y no igualitaria como son los Consejos Directivos de facultades. Segundo: para liquidar la autonomía e independencia del movimiento estudiantil para disponer de su propia organización sindical.

La UNION DE JUVENTUDES POR EL SOCIALISMO reclama a los centros la convocatoria a asambleas para votar la elección independiente de los centros de estudiantes, boicoteando las oficiales.