A fines de 2011, el gobierno provincial emitió una resolución, firmada por el director general de Cultura y Educación, Mario Oporto, y el subsecretario de Educación, Daniel Belinche, que se inmiscuye en la organización de los centros de estudiantes secundarios.

La resolución plantea, en su artículo 4: "Encomendar a los diferentes actores institucionales del Sistema Educativo, Inspectores, Directivos, docentes y auxiliares la promoción y el desarrollo de los Centros de estudiantes…". En el artículo 5, sostiene que "durante la semana del 16 de septiembre de cada año calendario, las escuelas secundarias deberán realizar las elecciones de renovación de autoridades de todos los Centros de Estudiantes…".

Es decir que, ante el fracaso del oficialismo de avanzar en la conquista de los centros a través del armado de listas tributarias al gobierno, han optado por avanzar en la regimentación de los centros con la intervención directa de los directivos del colegio en la constitución de los mismos.

Han tomado la precaución, a la vez, de uniformar los procesos electorales, para garantizar un control riguroso por parte del gobierno. En el anexo de la resolución, se deja en claro que "todos los estatutos deben adecuarse a las presentes pautas (por las arriba mencionadas) en su proceso de constitución". Y en el artículo 8 determina que "la dirección de cada Escuela de Educación Secundaria deberá remitir copia del Estatuto del Centro de Estudiantes a la Jefatura del Distrito". Lo que indica que nadie debe escaparse de la nueva normativa.

Una crisis abierta

Como producto de la implementación de la Resolución 4288 es que se encuentran postergadas las elecciones estudiantiles de varios colegios en la ciudad de La Plata. En el caso del Nacional de San Isidro, el centro liderado por la UJS con el apoyo de la inmensa mayoría de los estudiantes, quebró la tentativa del gobierno provincial y las autoridades de postergar la elección y de avanzar en una futura modificación del estatuto del centro. Hay una lucha abierta en el Paula Albarracín de Vicente López por el mismo motivo.

La independencia de los centros de estudiantes del gobierno y las autoridades es la condición elemental para tener las manos libres a la hora de luchar por la defensa de la educación contra los planes de ajuste. La lucha contra la regimentación de los centros se ha puesto en la agenda del movimiento estudiantil secundario.