Los estudiantes secundarios de la Capital han comenzado un proceso de movilización y lucha contra el gobierno de Macri. Hace unas semanas, después de una fuerte tormenta, el Normal 4 estuvo al borde del derrumbe. Los estudiantes, reunidos en asamblea, cortaron varias veces la calle y protestaron en la puerta por las reformas edilicias, que el Ministerio de Infraestructura se había comprometido a solucionar. En la misma situación se encuentran decenas de colegios. El Danzas 1 hace años espera un edificio propio. El Acosta se encuentra en peligro de derrumbe permanente, y este año otro techo se cayó. Las obras de refacción se encuentran paralizadas en todos los colegios. El presupuesto 2010 de Macri no prevé ningún aumento para la educación pública.

Frente a este cuadro y el proceso de movilización que comenzó en el Normal 4, la CUES resolvió movilizarse a la puerta de la Legislatura el día de la sesión de debate del proyecto de presupuesto 2010. El martes 27, unos 500 estudiantes de 18 colegios nos concentramos en la puerta de la Legislatura. Narodowski no se hizo presente. Por ese motivo regresamos el viernes 30, y en esta ocasión no dejaron ingresar a ningún representante estudiantil. Algunos legisladores nos propusieron una serie de reuniones para “evaluar” la situación y frenar la movilización. Evidentemente, ningún bloque legislativo quiere desarrollar a fondo una lucha contra el presupuesto de Macri y en defensa de la educación pública. Esa lucha depende de los estudiantes y docentes, y de desarrollar un movimiento de lucha independiente del Estado.

En la reunión de CUES del sábado 31 se resolvió convocar a una gran movilización para el viernes 6 de noviembre, desde la Jefatura porteña hasta el Ministerio de Educación de la Ciudad. Se resolvió elaborar un petitorio con un pliego común de reclamos de todos los secundarios, sumado al reclamo de triplicar el presupuesto educativo, la disolución de la policía porteña y de la Ucep y la renuncia de Narodowski.

La experiencia del año pasado marcó un camino para enfrentar a Macri. La “rosca” legislativa sólo sirvió al Estado para frenar la movilización estudiantil y sentar un terreno para que Macri avance en la regimentación de los colegios, como las listas negras o la expulsión de activistas. La UJS impulsa el reforzamiento de la organización independiente de los estudiantes, a partir de los cuerpos de delegados, los centros de estudiantes, las zonales barriales y la CUES, para preparar un plan de lucha que arranque a Macri las reivindicaciones de cada colegio y la triplicación del presupuesto educativo.