Juventud

3/6/1992|358

Secundarios – La Matanza: Rebelión contra la represión en Esteban Echeverría

En el colegio Echeverría de Ramos, se manifiestan los términos de la lucha en torno a las libertades individuales y la educación. En una vereda, la rectora que llama a reprimir a los alumnos dentro del colegio por la policía y, de la otra, alumnos, padres y profesores luchando por terminar con los atropellos y defender las condiciones elementales de educación para los jóvenes. La represión montada por la directora fue lanzada con el argumento de la necesidad de contener la revuelta estudiantil que se manifestó en una sentada contra la expulsión, sin pruebas, de un alumno del establecimiento.

En el colegio se vivió el año pasado una intensa agitación con motivo del traspaso de las escuelas de la Nación a las provincias. Fue justamente del colegio Echeverría de donde salió una importante representación a las marchas contra la “transferencia”, sorteando el boicot del centro de estudiantes “controlado” por la rectora, pero impulsada por una comisión de padres y alumnos. Durante esta lucha fueron detenidos por la policía compañeros de la UJS cuando estaban realizando una pintada frente al colegio.

A comienzos de año se produjo otro enfrentamiento en torno al virtual arancelamiento del colegio con el cobro de una elevada cuota de cooperadora de carácter obligatorio que tomaba como pretexto la necesidad de higiene por el cólera. Todo esto demuestra que la lucha entablada por los padres, alumnos y maestros excedía el marco del reclamo de reincorporación del alumno expulsado y que el reclamo actual de castigo a los represores de los jóvenes es parte de la lucha general por la defensa de la educación.

Situación actual

Luego de la represión policial se ha gestado un movimiento con dos reclamos básicos: La reincorporación del alumno y la separación del cargo de la rectora.

Ante la firmeza de los padres y de los alumnos la rectora decidió no realizar el acto del 25 de Mayo, lo cual fue respondido por los padres con una autoconvocatoria. La rectora, en un viraje tuvo que permitir el acceso de los padres y alumnos para realizar el acto, aun cuando ella tuvo que esconderse ante la repulsa general.

En una acción claramente intimidatoria se apostaron cuatro patrulleros en las adyacencias del Colegio y se infiltraron “serviservicios” en el salón donde, con posterioridad al acto, se realizó una asamblea. En la misma se denunció la presencia policial y hubo planteos de unificar la lucha con otros colegios (en la Matanza hay una lucha contra la “transferencia” y se han conseguido algunas victorias importantes, como impedir el cierre de grados y divisiones en distintas zonas del distrito).

Algunos padres, entre los que se contaban conspicuos militantes radicales de la zona, procuraron llevar las cosas al terreno de las gestiones ante el ministerio (que ya ha respaldado a la rectora), para evitar todo contacto con los demás colegios y la realización de movilizaciones.

El espíritu de movilización está prevaleciendo, sin embargo, ya que se hicieron presentes compañeros de diversos colegios y en el propio Echeverría se ha puesto en pie un Centro de Estudiantes.

El pase del alumno sancionado a otro Colegio es un intento por desmontar el cuadro de movilización que se vive en el Colegio. Pero el intento está condenado al fracaso debido a la política antieducacional del gobierno y a la no menos evidente de discriminar a los jóvenes y reprimir cualquier manifestación, no ya de rebeldía, sino de independencia entre los muchachos y las chicas.