Juventud

11/10/2012|1243

Secundarios: las tomas continúan

Rechazo a las maniobras del macrismo y los K

Cuando esta edición de Prensa Obrera salga a la calle, los estudiantes secundarios porteños, que mantienen ocupados cincuenta colegios desde hace tres semanas, volverán a copar las calles. Reclaman la eliminación de la reforma curricular, que impulsan el macrismo y el kirchnerismo, y la defensa de la validez nacional de todos los títulos secundarios emitidos en la Ciudad.


La movilización se producirá después de que el ministro de Educación porteño Esteban Bullrich y la Justicia propusieran a los estudiantes un “acuerdo” para levantar las tomas. La propuesta desconoce los reclamos estudiantiles (eliminación de la reforma y validez nacional de los títulos) y mantiene en pie el eje principal de la reforma: la implementación de los nuevos planes de estudio en los colegios técnicos a partir de 2013 y en el resto de los colegios en 2014. La única diferencia con la propuesta inicial de Bullrich es que el macrismo garantizaría nueve jornadas de debate institucional sobre la reforma, donde participarían docentes y estudiantes de todos los colegios a lo largo del año 2013. Esas jornadas “orientarían” a los directivos de los colegios y los funcionarios del ministerio para terminar de definir el cambio curricular. La Justicia y el gobierno pretenden que los estudiantes secundarios levanten sus medidas de lucha a cambio de nada. Por eso, la Coordinadora que agrupa a los centros de estudiantes en lucha rechazó la propuesta del gobierno de la Ciudad y convocó a esta nueva movilización.


Diferenciación en el movimiento estudiantil


El kirchnerismo porteño (FES, UTE y La Cámpora), que venía formando parte de las ocupaciones de colegios y las movilizaciones, festejó la propuesta macrista con bombos y platillos. Anunciaron que levantan las ocupaciones, firman el “acuerdo” de Bullrich y preparan junto a los docentes (UTE) una propuesta alternativa para las jornadas del año que viene. La Cámpora y compañía firman el acuerdo con Macri para negociar los términos de la reforma. Después de todo, la reforma de Macri desarrolla la política y la orientación planteada por las leyes educativas del gobierno nacional y las resoluciones del Consejo Federal de Educación. El kirchnerismo sabe que esto es todo lo que el macrismo puede dar bajo la legislación educativa “nacional y popular”. Los K y Macri preparan un pacto para avanzar en el vaciamiento educativo.


En este cuadro, se viene desarrollando al interior del movimiento una fuerte ruptura de colegios, asambleas y activistas con la orientación política de la dirección de la Coordinadora -o sea,  de “encasillar” la lucha contra la reforma educativa como una pelea contra Macri. La OES, al igual que La Cámpora, apoya la reforma educativa en cuestión y simplemente le critica al macrismo su aplicación concreta. Por eso, saludaron los “avances del diálogo con Bullrich” y sólo reclamaron aclaraciones sobre la participación estudiantil. El recurrente “aparateo” y las “patoteadas” de los “independientes” de la OES en las reuniones de Coordinadora y en las movilizaciones son expresión del rechazo a sus posiciones en la mayoría de los centros de estudiantes que ellos mismos dirigen, donde perdieron las asambleas que debían resolver sobre la continuidad de los tomas.


De conjunto, las tomas se mantienen -a excepción de cinco colegios dirigidos por el kirchnerismo. Pero, en el interín, se sumaron al movimiento cuatro colegios más.


La UJS plantea continuar con las medidas de lucha y preparar una movilización a la Plaza de Mayo contra la reforma educativa junto a los terciarios (los que enfrentan una reforma similar en estos momentos), la Fuba y los docentes. Rechazamos la reforma de Macri y reclamamos la derogación de la Ley de Educación Nacional, la Ley de Educación Técnico Profesional y la Ley de Educación Artística del gobierno nacional. Denunciamos la extorsión del Consejo Federal de Educación y del ministro Sileoni, quien amenaza con dejar sin validez los títulos no acreditados según esta nueva reforma.


Exigimos la validez nacional de todos los títulos de colegios secundarios sin ninguna acreditación vaciadora y privatista. Rechazamos todo cierre de curso y recorte de horas. Por la nacionalización integral del sistema educativo y un congreso nacional educativo de representantes de base docentes y estudiantiles, el que reorganice la educación al servicio de los intereses del pueblo. Planteamos el desarrollo de una alternativa política de la juventud y los trabajadores que ponga fin a la política antieducativa del gobierno y la oposición, y reorganice la educación al servicio de los intereses del pueblo.