Juventud

5/9/2013|1284

Tucumán: La primavera estudiantil

A 15 días de la denuncia de un caso de abuso sexual contra una estudiante en las proximidades de la Facultad de Filosofía, otra joven denunció haber sido víctima de un abuso, exactamente en el mismo lugar. La reacción estudiantil ante el primer caso fue autoconvocarse en asamblea por iniciativa del PUL (UJS) -que ocupa la secretaría del centro- e iniciar un plan de acción reclamando la investigación a fondo del hecho, repudiando la complicidad policial y la puesta en funcionamiento de un servicio gratuito de minibús para trasladar a los estudiantes desde las facultades hasta la terminal de ómnibus.


A las pocas horas de hacerse la segunda denuncia, apareció el secretario de Seguridad de la provincia diciendo que la víctima había confesado tener sexo consentido y se había asustado (?).


Nadie le creyó al funcionario. Por eso, una nueva convocatoria a asamblea reunió más de 400 estudiantes, que terminó votando ocupar la facultad. Esta decisión impactó sobre los estudiantes de Psicología. Hasta ese momento, la dirección de su centro (Sur-Cepa) le había dado la espalda a la lucha de Filo. Pero ante el temor de que los estudiantes se autoconvocaran, decidieron convocar a una asamblea. Allí, Sur y la Cepa se opusieron abiertamente a la ocupación. Al día siguiente, en una nueva asamblea, fueron derrotados y se avanzó en la medida de lucha.


El jueves 29, más de mil estudiantes coparon el Rectorado y obtuvieron un compromiso de audiencia para el martes siguiente.


Allí mismo se votó -por aclamación- volver marchando el martes siguiente. En esta movilización se sumaron delegaciones importantes de estudiantes de Artes, Ciencia Naturales y Derecho. Luego de la reunión con las autoridades universitarias, se marchó a la plaza Independencia a repudiar al Ministerio de Seguridad y su policía.


El escenario que se ha creado es el de una lucha de conjunto. Tanto en Filo como en Psico se ha votado la toma por tiempo indefinido y nuevas movilizaciones. Simultáneamente, en asambleas de carrera se están sumando al pliego inicial numerosas reivindicaciones estudiantiles (becas, comedor universitario, boleto estudiantil). En el resto de las facultades de la UNT comienza a sentirse la efervescencia. Incluso la docencia agrupada en Adiunt ha convocado una asamblea general donde se va a debatir el reclamo de la carrera docente y las acciones de solidaridad con los reclamos estudiantiles.


En todo este proceso, la parálisis de la FUT ha sido completa. La Franja Morada ha salido abiertamente a proclamar su oposición a las tomas. Es una agencia del Rectorado y está jugando todas sus fichas a bloquear la extensión de la lucha a las demás facultades, y en las tomas actúan de rompehuelgas desde adentro. Por su parte, Sur -que es aliado de la Franja Morada y la UCR en el "Acuerdo Cívico y Social"- interviene arrastrado por los acontecimientos, realizando todo tipo de maniobras para dividir al movimiento. Sur es el promotor de que los reclamos sean dirigidos contra el gobierno provincial y no contra el Rectorado -al que quieren proteger-, por eso se oponen rabiosamente a sumar nuevos reclamos al pliego de los reclamos contra los abusos sufridos por las estudiantes, que indefectiblemente están dirigidos a las autoridades de la UNT.


A su vez, la Cepa (que codirige el centro de Psico), en forma vergonzante comparte la orientación derechista de Sur. Tanto Sur como la Cepa plantearon originalmente que el reclamo a levantar era "más policía". Fueron repudiados una y otra vez. La movilización de este lunes hacia la Casa de Gobierno lleva la consigna de "renuncia del ministro de Seguridad".


La lucha que está en curso refleja el clima popular frente a la creciente inseguridad, donde los crímenes, las violaciones y los robos que se están produciendo en la provincia se han multiplicado. En la mayoría de estos hechos aparecen implicados los aparatos policiales, lo que ha dado lugar a que en muchos lugares estén en curso movilizaciones reclamando contra la policía y los funcionarios. A la vez, en la UNT se viene aplicando una política de ajuste sobre los estudiantes y la docencia por medio de medidas limitacionistas y precarización laboral, que ahora encontraron el marco para poder expresarse.


El problema central ahora es extender el pliego y materializar la coordinación entre las facultades, para que se imponga la victoria de los reclamos.