El 7 al 11 de septiembre se desarrollarán elecciones de Centro y Consejo en las trece facultades de la UBA (excepto Ingeniería, que vota su centro en octubre).

Consideradas en su conjunto, enfrentan a la izquierda del movimiento estudiantil con los armados que responden a la camarilla que maneja el rectorado. De su lado, las fuerzas que controlan el poder en la universidad, tanto del oficialismo nacional como de la ‘opo', se “matan” por el control de la caja (la Secretaría de Hacienda). En este marco, han montado todo tipo de maniobras y armados con el propósito de desbancar a las conducciones combativas. Así, el kirchnerismo discute su propio pacto Scioli-Zannini en Sociales (UES-Unidos y Organizados) contra “La Izquierda al Frente”, mientras la derecha -el PRO y distintas variantes de Franja Morada- se coaligó en la Fadu (Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo) para tratar de derrotar a la dirección de CRCR-UJS.

La crisis universitaria ha alcanzado un elevado nivel. Durante un largo año asistimos a carpetazos y renuncias de funcionarios, que destaparon la olla de una gigantesca corrupción. El presupuesto es insuficiente con la intención de privatizar áreas para generar recursos propios. Este cuadro es completado por los convenios con grandes empresas; la muy desarrollada precariedad y tercerización entre docentes y no docentes; la modificación y acreditación de las carreras condicionada a los parámetros de entidades financieras internacionales vinculadas a la educación. Como si fuera poco, hay una crisis edilicia enorme. Los representantes estudiantiles de esta política podrida pretenden apoderarse de centros y representación en consejos; con Macri o con Scioli, adaptan la agenda universitaria a la agenda nacional del ajuste. Mientras el rector Barbieri se abraza con Scioli, el cuestionado secretario de Hacienda, Yacobitti, es parte de Cambiemos. La pugna política por la salida a la crisis nacional se refracta en las elecciones universitarias. Las organizaciones de la Fuba, la AGD y la oposición antiburocrática no docente, llamamos a un voto masivo por las listas que encabezan esta pelea, para defender la independencia de nuestras organizaciones de lucha.

Dentro de un cuadro general, cada facultad tiene particularidades. Por ejemplo, convocamos a un gran reagrupamiento en Arquitectura para defender al Centro contra el megafrente derechista. Por otro lado, en Económicas, cuna de los mayores negociados, la oposición a Nuevo Espacio en “su casa” pasa por dar más fuerza al MxE (La Mella, UJS-PO, Cauce); el PTS debe modificar la línea divisionista y dejar de usurpar la sigla del Frente de Izquierda, esto con la complacencia y el aval de Franja Morada.

Es necesario una fuerte campaña que destaque a los ojos de los estudiantes las reivindicaciones que están en juego. Ya sea en Veterinaria contra las PPS -trabajo gratuito-, por prácticas formativas, o en Psicología, para que se concluya el edificio conquistado con tanta lucha, y otras demandas (guardería, jardín maternal).

Advertimos contra la posibilidad de que la campaña por el Frente de Izquierda a nivel nacional y en las provincias y municipios, asuma una forma sectaria en la Universidad, haciendo caso omiso de unir a todas las fuerzas combativas para hacer posible una derrota política grande de los dos bloques patronales.

Una victoria de la Fuba contra las fuerzas del ajuste serviría mucho para convertir a la izquierda en alternativa política de conjunto para las elecciones nacionales de octubre próximo.