Juventud

8/11/2012|1247

Uba: Resistencia a las maniobras para acreditar Arquitectura a la Coneau

La consigna oficial: convertir a la UBA en la Kennedy

EXCLUSIVO DE INTERNET



Este año, el co-gobierno K-radical de la Facultad de Arquitectura (Fadu) hizo explícita su voluntad de acreditar la carrera de Arquitectura a la Coneau -el órgano creado por la LES menemista en 1995. La "acreditación" es objetivamente un ajuste de la carrera, ya que implica equiparar los contenidos del plan de estudios de la Fadu al de universidades privadas como la Kennedy: es una devaluación del título de grado de la UBA. La contracara de este ajuste seríaun avance privatista: los "contenidos excedentes" pasan a dictarse en postgrados pagos. La experiencia de otras facultades no deja lugar a dudas: la acreditación en Odontología "logró" que un postgrado de "Implantes" se cotice por encima de los 65 mil pesos.


En Ciudad Universitaria todavía está "caliente" el antecedente de Exactas 2010, cuando los estudiantes y docentes impusieron el rechazo a la Coneau y la defensa de las carreras.Por ese motivo, en esta oportunidad,las autoridades encabezadas por el decano K Cajidese vieron obligadas a revestir la acreditación con una máscara "democrática". Votaron la realización de tres "plebiscitos"… organizados de forma tal que el resultado pro-Coneau estuviera asegurado de antemano.


La primera decisión fue excluir de la consulta a los docentes y estudiantes de las cinco carreras restantes de la Fadu y al CBC de Arquitectura, cuando estaba clarísimo que las consecuencias serían para todos. El paso siguiente fue lanzar un plebiscito para profesores titulares y adjuntos que, con un 93% favorable a la Coneau, fue presentado por los funcionarios oficiales como "la voz de los docentes"… cuando los profesores regulares representan menos del 2% de la masa docente de la facultad (apenas 65 personas votaron por la acreditación). Luego se realizó un plebiscito para los graduados, cuyo resultado pro-Coneau estaba descontadopor elpeso determinante que tiene en el claustro el aparato clientelar de la facultad. Así y todo, la concurrencia a las urnas fue baja.


Cuando llegó finalmente el turno del plebiscito estudiantil, las maniobras se multiplicaron: los funcionarios "militaron" cada minuto de la elección, bajando a los cursos para lanzar extorsiones de todo tipo: "si no se acredita, el título no va a tener validez", "si no se acredita, no va a haber presupuesto", etc, etc. A pesar de todo, en un plebiscito donde nadie conoció nunca el padrón y ningún estudiante pudo siquiera fiscalizar la votación, la gestión se vio obligada a reconocer que el 49% se pronunció contra la Coneau.


Esta gigantesca resistencia fue el fruto de una intensa lucha política encabezada por el centro de estudiantes y la AGD. En paralelo y en oposición a estos plebiscitos amañados y excluyentes, el Ceadig y la gremial docente organizaron sus propias consultas. En el plebiscito del Ceadig votaron más de 5.000 estudiantes de todas las carreras con un resultado contundente: 85% en contra de la Coneau. Algo similar ocurrió con el plebiscito de la AGD: 355 votos en contra (74%), 112 votos a favor.


Lo que terminó de poner en crisis el plan de las autoridades fueron las elecciones de centro de estudiantes: "Estudiantes por el cambio", la lista que integramos junto al PCR y Sur, fue reelecta por el 42% de los votos. La lista de la gestión, que evitó a lo largo de toda la campaña mencionar la palabra "Coneau", no pudo superar el 23%. La votación, esta sí "plebiscitaria" a favor de la conducción de izquierda del Ceadig,fue un mensaje claro para las autoridades y a la vez un mandato de lucha para derrotar los plantes privatistas. Vamos por una asamblea general de estudiantes y docentes y un plan de lucha común para defender nuestras carreras y por todas las reivindicaciones pendientes.